martes, 1 de junio de 2010

La cola del lagarto



 Kilómetros de neón, su zumbido amplificado cien millones de veces. Luz, luz ¡LUZ! Pero no la luz de Mollo, no es esta luz del alma. No es la luz de los hombres que esperan el alba. El día y la noche no están del todo definidos en esta ciudad hermafrodita, que no define nada.
Girando las veinticuatro horas del día, los trescientos sesenta y cinco días del año, no queda tiempo para mucho más ¿cierto?
Un hombre apuesta fuerte, pierde, vuelve a apostar, pierde, apuesta una vez más, pierde. Firma un papelito con aires de emperador del universo. Apuesta fuerte, pierde. De repente nos damos cuenta que no solo está jugando en una mesa, si no en dos a la vez. Pero su suerte no discrimina paños más o menos gastados y sistemáticamente su reserva de fichines va menguando. Pierde, pierde, pierde, no podemos creer que cada fichita que se va son veinte dólares, ¡y son muchas fichitas! Alguien le pide una identificación a Loli y como no la tiene, nos invitan a retirarnos del sagrado recinto. Ante mis quejas e intentonas por que nos dejen permanecer, ese alguien dice "Cosas muy importantes están sucediendo aquí" ¿Que se supone que significa eso? ¿Elvis salió de la tumba y va a dar un show en la sala? ¿Se está decidiendo como acabar con todos los malvados tritones del terrible Poseidón? ¿Está Rolo Puente jugando y no lo vimos? Noooo, nada de eso, pa´ mi que alguien sentía que éramos yeta (mala suerte) y nos hicieron echar.
Señoras, señores ¡estamos en Las Vegas! ¡Haaaaagan sus apuestassssssss!

La gran pompa de jabón crece y crece, pero jamás explota. La gran pompa de jabón flota sin exponerse a los caprichosos vientos del infinito desierto que la rodea. Está a salvo dentro de otra gran pompa de jabón, y así sobrevive a todas las leyes, a las de los hombres, a las de la gravedad, a las que impone el día y aquellas subordinadas a la fosforescencia de la reina luna.

¿Algo para destacar?
Si, el Bellagio.

 Y esas aguas de mandinga, que se mueven como si jueran un ser vivo.

¿Y algo más?
Pues claro doña...

La posibilidad de hacer realidad los sueños, gracias a los insuperables servicios del buen Zoltar.

Listo, pasemos a un terreno un poco más real. Antes de dejar Death Valley, conocimos a Phillip que se acercó a la Estan a chusmear y terminó invitándonos a su casa en Las Vegas. Así, tras aquella noche ventosa, levantamos campamento y rodamos hasta la ciudad que se ve desde el espacio, donde ya teníamos hogar. Nos recibieron con los brazos abiertos, una buena charla y comida. Digo recibieron, porque además estaba allí Giselle, una cordobesa que llegó a USA en un intercambio, y vive, estudia y trabaja desde hace un año en casa de Phillip.

 ¡Sushi Bomb! Ricos los bichos crudos en rollitos. Phillip es doctor de emergencias y vive muy ocupado. Aún así se hizo del tiempo para sacarnos a comer sushi, nos llevó a la montaña a 240 km/h en su Mercedes supercargado interestelar y hasta nos dejó manejarlo a todos, uno por uno. Compartimos casi siempre las cenas en la casa, y nos sacamos unos cuantos prejuicios de encima. ¡A esto vinimos a gringolandia! ¡A conocer gente linda che!

Y Giselle nos sacó a conocer el corazón de Las Vegas.

 Interesante conocer un lugar tan particular, se aprende bastante. ¿Y que se puede aprender en Las Vegas, dirán muchos? Se aprende lo que no se quiere ser. Si largo la lengua voy a ponerme a criticar todo nuevamente, asi que mejor paseemos en silencio.

Lamentamos decepcionarlos conejillos, pero en los cuatro días que pasamos allá, no pusimos ni veinticinco centavos en una máquina. Se que muchos esperaban que con el cu... que tenemos siempre, nos saquemos un premio que nos permita volver volando a la Argentina, pero.... entonces no estaríamos buscando Ítaca ¿cierto?

Por favor no confundamos al siempre necesario e importantísimo Glamour con la decadencia. Lo de las chicas en el Caesars Palace es Glamour, lo de Dr. Faca...

 Lindo verlo, pero no, no es para nosotros. Suficiente detergente, mejor volvamos al siempre incierto camino. Lo mejor de Las Vegas, Phillip y Giselle, lo demás ni loco lo cambiamos por lo que viene.

 Ahora si, a lo nuestro. Viajamos desde el mediodía hasta que cayó el sol. Mientras atardecía nuestros ojos buscaban donde levantar la carpa, esta vez sin desierto con el cual contar, costó un poco más. Pero en las afueras de un pueblo encontramos una casa abandonada que nos ocultaba muy bien de la ruta. No se hable más, aquí nos quedamos.
 A la mañana siguiente mientras desayunábamos, un policía llegó. Lo normal aquí es que no se bajen del patrullero, primero chequean las placas de los autos en su computadora y buscan antecedentes. Uno no puede acercarse, solo hay que esperar. Una vez que el oficial bajó del auto comenzó el interrogatorio que fue corto, correcto y muy tranquilo. Simplemente varios vecinos nos habían visto acampando y querían asegurarse de que no pretendiéramos tomar la casa o algo así. Sonrisas, saludos y a la ruta.

Nos abrimos paso entre pequeños pueblitos que viven del turismo. Uno tras otro quedaban atrás con sus carteles de Ruta 66, sus bares de cowboys, sus negocios de chucherías y no mucho más. Son pequeñas poblaciones concentradas a los lados de la mítica ruta, con sus viejas gasolineras, sus viejas casas y hoteles en los cuales nunca faltan huéspedes. Este es uno de los destinos predilectos de los motoqueros que abundan en los caminos y nos saludan al pasar.

Y la ruta era larga pero tenía final. Su fin era abrupto y profundo. Era un fin de varios colores en un atardecer frío y poblado de nubes algodonadas. Era un fin que no parecía estar ahí, un fin de dos dimensiones, uno pintado y sostenido con palos desde atrás. El Gran Cañón del Colorado.

  Los ojos no acreditan, es difícil verlo real por ser tan diferente a todo lo que habíamos visto antes. Demasiado vasto para abarcarlo con los sentidos, que esta vez, debo decir nos quedaron cortos. Imponente, inabarcable, inalcanzable, cuna de gigantes invisibles, hogar del viento, eterno o al menos viejo como el diablo. De belleza inclasificable, el Gran Cañón es el fin del camino.

 Acampamos unos pocos kilómetros afuera del Parque, en un Bosque Nacional. Por todo el país están regados estos National Forest que suelen contar con sitios para acampar gratis y son para nosotros oasis
sagrados.

Fuego para calentar las carnes. A medida que vamos subiendo, el frío se hace sentir más. Si bien a esta altura del año debería ya hacer calor, el invierno se rehúsa a ceder terreno, congelando con sus vientos y chubascos, nuestros huesos andariegos. Varios grados bajo cero aquella noche, y la siguiente sería peor.

 El día anterior, con Loli habíamos llegado hasta el cañón con el auto, no nos parecieron más de unos cuatro o cinco kilómetros los que separaban el camping de gran foso y decidimos caminar con Juancho y Aymi hasta allí a través del bosque. Después de la segunda hora de caminata, empezamos a dudar de nuestros cálculos. Seguíamos por momento un camino, que pronto se bifurcaba y nos ponía a adivinar la ruta más adecuada. A las tres horas, ya agotados y vencidos psicológica y anímicamente comenzamos a pensar en cortar camino por el medio del bosque ¿Como puede ser que no demos con algo tan grande como el Gran Cañón?

  Un extraño lagarto apareció en el camino distrayendo nuestras confundidas mentes y salvándolas de la locura. ¿O era que ya estábamos locos e imaginábamos extrañas criaturas aplanadas, cubiertas de espinas y tapizadas con diez colores?

Al fin llegamos al condenado cañón.

Justo salimos al mirador de un hotel de lujo, y somos bien concientes de que parecíamos salvajes cuando nos sacamos los zapatos y preparamos nuestra querida sopita marruchan en medio del lugar. Pero de poco nos importaba, mucho hambre, mucho cansancio y pocas ganas de jugar a que somos gente civilizada.


"La única razón para que el tiempo exista es para que no ocurra todo a la vez."

Ni todo a la vez, ni todos juntos. Los estacionarios se quedaron en el Gran Cañón y nosotros seguimos viaje al norte. El clima comenzó a ponerse bravo, muy frío, ventoso y con chaparrones. Por supuesto el gran pronosticador de americaencitro; Don Fró no fue capaz de preveer lo que venía (como siempre) y descartada la posibilidad de acampar, nos dispusimos a buscar refugio en una pequeña ciudad llamada Page, a unas cuantas millas del cañón.
Según nuestra costumbre fuimos directo al cuartel de bomberos. Pero ya no estamos en suelo latinoamericano, aquí un extraño que llega con un viejo auto, manejando desde el fin del mundo es un Bin Laden en potencia y nada resultó bien. El cuartel parecía un hotel de cinco estrellas, de verdad, era un lujo. El problema es que en lugar de atendernos una persona, nos encontramos un teléfono en la sala de recepción. De allí uno llama adentro y una voz no muy interesada en entender nuestro inglés primitivo, dio por tierra nuestras aspiraciones de pasar la noche en el cuartel.
¿Y ahora? ¿De que nos disfrazamos?
Se hacía ya de noche, no paraba de llover y fuimos a golpear las puertas de una iglesia protestante. Allí el pastor, nos recibió y accedió a nuestra petición. Nos dio para elegir entre la capilla o la sala de reuniones para quedarnos. Bajamos el colchón inflable de mil parches y nos establecimos cerquita de la cocina. Calefacción, piano, baños todo a nuestra disposición. Incluso Mike nos dijo que sacáramos lo que quisiéramos de la heladera y que al regresar por la mañana, nos abriría su casa para que nos duchemos. Siempre encontramos una mano amiga con la cual contar. Siempre.

Con las pilas recargadas volvimos al camino. Siempre tocándole algo a la nave para que no afloje. Como variamos mucho la altitud día a día, y eso influye fuertemente en nuestro pequeño motor de dos cilindros y su rendimiento, cualquier sitio es bueno para ajustar la carburación o el punto.

Con el Rey Sol calentando a todo trapo, la cosa es más fácil.

Llegamos al Zion National Park, al sur del increíble estado de Utah. Acampamos a unos treinta kilómetros del parque, en un bosquecillo a la vera de un río y desde allí todos los días subíamos al Zion para hacer alguna caminata. El lugar es de una belleza espectacular, los cañones son mucho más estrechos y en todos lados se ven formaciones caprichosas, que resultan de miles de años de erosión sobre las rocas. Además hay bastante vegetación y un sistema de transporte gratuito que lo lleva a uno a los diferentes sitios.

El país entero es un mosaico de colores alucinante.

¿Alcanzan a verla a Loli escalando? ¡Valiente La Colorada!

Prohibido prohibir.

 La cola del lagarto

El universo es un lugar extraño. Nos estrujamos las meninges desarrollando teorías, ecuaciones y sistemas. ¿Y a dónde nos conducen? Un sistema es como la cola de la verdad. La verdad es el lagarto, deja su cola en nuestros dedos y se marcha, sabiendo muy bien que le crecerá otra, enseguida.
- Chris Stevens -

Camino al Angels Landing.


Angels Landing con ángel y todo incluido.

Arturo quería ser contador, pero le fue mal.

Desde la cima conquistada, se ven las que quedan por conquistar. Estos son nuestros mercados de Fenicia, estas nuestras murallas chinas y vasos voladores.

 Dan, Nate y Los de Fuego. Compartimos camping con estos viajeros solitarios que nos invitaron a cenar, desayunar y hasta a ducharnos a sus casas con ruedas. Buenos amigos para seguir descargando la mochila y viajar más livianos, más abrazados a todo y sin zapatos de plomo.

De Zion NP, viajamos unas cuantas horas hasta llegar al Bryce NP. Más alto, más frío pero igualmente espectacular. Los campings gratuitos a los lados del camino, se encontraban todos cerrados, principalmente porque todavía tenían mucha nieve, asi que esta vez acampamos dentro del mismo Parque Nacional.

Eclipse parcial de ciervo.

Bryce Canyon. Es espectacular descubrir como cambia el paisaje en cada sitio que pisamos, apenas a unos pocos kilómetros de distancia del anterior. Uno dice: Gran Cañón, Bryce, Canyonlands, Capitol Reef... todo más o menos tiene que ser igual, unas cuantas piedras y un pozo grande. Pero no, cada sitio tiene su historia, su carácter. Las fuerzas que moldean estos paisajes son impredecibles y variadísimas. Los famosos Hodoos de Bryce deben en gran parte su forma al agua que entre sus grietas, se congela y al expandirse erosiona la roca.

 Una sana costumbre. Suele suceder que al regresar de una caminata, encontremos notitas y regalos sobre la nave. En este caso dos mandarinas, un mensaje dándonos hurras y un kit de barrilete (cometa, papalote, kite, chichigua, chiringa, mamagayo, pandorga, lechuza, petaca, piscucha, volantín, abilucho, como quieran). Listo para volar ¡Solo agregue viento!
Gracias a nuestros benefactores anónimos.

 Y salimos a dar un paseo con nuestro karate kid personal. Otro amigo y viajero del camino.

Y en un gran esfuerzo de producción, nos acercamos un mes a nuestros pasos actuales en Calgary Canadá.
De Bryce Canyon manejaríamos el día completo a través de paisajes que si bien no son Parques Nacionales, nada tienen que envidiarle a estos. La noche nos volvería a alcanzar en el camino y acamparíamos en el medio de la nada, solos rodeados por la siempre cambiante naturaleza de Utah. La mañana esta vez nos traería un gratísimo regalo, pero como ustedes bien saben, a cada chancho le llega su San Martín, y a este le llegó el suyo.
Ya falta mucho menos para Alaska, muuuucho menos ¿Menos de un mes quizá? Habrá que ver cuantos duendes y ovnis se nos cruzan en este último tramo del camino. Como sea, vamos a meterle pata para que el día que crucemos la línea que divide Canadá de Alaska el blog esté al día y lleguemos todos juntos (espero que no se enojen si los hacemos correr a algunos al lado del Citro).
En el mientras tanto...

¡Arrivederci e Bounafortuna!

¡Patadas ninjas para todos!

12 comentarios:

  1. Facu, Loli,

    Gracias, muchas gracias, por seguir escribiendo... Cada vez que veo un post nuevo dejo todo lo que estoy haciendo, me voy a preparar un rico café, pongo música y recién ahí me pongo a leer. Leer novedades de ustedes me pone feliz y ni los conozco, che. Realmente espero noticias de ustedes todos los días... increíble ver cuan cerca están de Alaska!

    Les dejo un abrazo enorme a los dos y vamos Facu que ya casi lográs estar al día!

    Me muero de ganas de conocerlos cuando vuelvan!

    Sol.

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  2. Estimados: los seguimos desde siempre, y esperamos pronto que regresen, habiendo conquistado el gelido circulo artico... otros amigos están en viaje ( http://lachanchaviajera.blogspot.com/ ), y nosotros, en cualquier momento partimos para allá... Alaska será nuestra !!! jajaja
    Un abrazo gigante, y aunque no los conozcamos personalmente, ya son parte de nuestro grupo de amigos!!!

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  3. Iris2.6.10

    mmmm... buen, a esta altura, ya me da un poco de... cómo decirlo...? de sueño?... de... nostalgia?, o de... añoranzas?.

    Pero éste calificativo que no alcanzo a sacar de adentro, significa: qué liiiiiiiiiiindo y qué suerte que prácticamente se puede decir que han logrado ese objetivo, ese anhelo, ese sueño tan lejano e irreal -por lo extravagante- de unir Ushuaia con Alaska los dos con su Citro.

    Me alegro por todos los que los hemos acompañado desde esta ventanita (seguimos, falta). La realidad es ha sido largo; es largo, aún. No debo adelantarme.

    Pero ya se le ve la pata a la sota, no?

    Besos y rezos. Hace falta que diga lo geniales que están las fotos y los relatos?.

    Iris

    P.D.: Puede ser una foto -para la próxima- de las dos caritas bien, bien de cerca?. Se los ve tan lindos!

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  4. EL COLORADOO3.6.10

    eeee!! van a los pedos por usa o me parece a mi?? jajaj saludos colorados marplatenses con mucho cariño afecto y dulzura., facu: aca en argentina estan por legalizar el matrimonio gay. ahora podes volver y blanquear la situacion tranquilo.

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  5. Anónimo3.6.10

    feliz de volver a leerlos y disfrutar con ustedes!! Analía desde Quilmes.

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  6. Anónimo6.6.10

    QUERIDOS FACU Y LOLI!!!!
    Como siempre siguiendo vuestro camino al norte... Y qué? Nada de naves, luces extrañas en el cielo, E.Ts? Eso sí, a través del blog de Ustedes me consta que han encontrado MUCHOS ÁNGELES, EMISARIOS DE PAPITO DIOS!

    Felicitaciones, bendiciones y mucho ánimo ya próximos a llegar. Desde estas tierras colombianas los recordamos con todo nuestro cariño.
    Facu, cada que limpio las telarañas de la sala de mi casa me acuerdo de tí, porque aquel 31 de diciembre de 2009 al destapar tú la champaña, el corcho fué a dar al cieloraso y quedó marcado así el paso tuyo y de Loli por nuestro hogar. No he dejado que Lewis vuelva a darle una manito de pintura... snif, snif!

    Abrazos muchachos y muchos saludos de Lewis!
    Besos y que Dios siga cuidando de Ustedes,
    Patty en Cali, Colombia

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  7. Anónimo6.6.10

    buenisimo un lagarto espinoso, son increibles esos bichos, como defensa tiran chorros de sangre por los ojos un flash.
    mis queridos viajeros nos llena de felicidad a mi y a la pety lo cerca que estan del destino.
    sigan por la buena senda, el camino les va a seguir dando todo lo que necesitan como siempre.
    bueno del gran cañon que decir imponente. es increible lo que pueden labrar las manos invisibles del viento. y la vida increible que hay en el decierto.

    bueno faca, loli lo mejor como siempre esperandolos en el km 0 de su viaje para aportar un granito de arena para el cambio.
    un beso nico chiara y estefy

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  8. daniel6.6.10

    Queridos locos

    La foto de las dos mandarinas es una hermosa metafora de la solidaridad con los viajeros.

    Me alegra mucho que esten cada vez mas cerca del final del viaje.

    Los sigo desde la salida de Mardel y me acuerdo de uds cada vez que veo un lindo citro andando por la calle.

    Los mejores deseos, buen viaje y un fuerte abrazo.

    Daniel

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  9. Increible Bryce Canyon, de lo mejorcito que se ha visto en cañones de grandes dimensiones. Ahora que no encuentren el Gran Cañón del Colorado, con ese GRAN como prefijo que lo describe sin que sea necesario agregarle más palabras... como decirlo chicos, pensé que con perderme en Parque Chas o con extraviar mi auto a la salida de un boliche ya la había hecho, pero ustedes nunca dejan de sorprendernos.

    Les mando un abrazo grande y nos mantenemos en contacto para futuros encuentros! ;-)
    Salute!


    El oso cremoso & cía.

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  10. tania:

    saludos desde Oaxaca, se ve que le siguen dando duro a la marcha. suerte!, son de admirar. que todo resulte increible como hasta ahora.

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  11. Alejandro9.6.10

    Estimados,

    Me parece muy buena idea la de arribar todos juntos, aunque yo este en Baires y Uds por donde la nave los lleve. Vengo leyendo desde varios meses atras. En este tiempo que nos hicimos amigos unilaterales, me han hecho pasear por lugares impensados, conocer gente hermosa y reirme de las explicaciones, excusas y demas yerbas que pone uno al momento de vivir esta vida. Los quiero a la doble distancia que esta experiencia nos lleva y confío en algun dia verles las caras en presente y abrazarlos con agradecimiento. Los acompaño.
    Abrazo grande.

    Alejandro

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  12. Anónimo14.6.10

    Facu y Loli: FELICES 900 DÍAS DE VIAJE!!!!!!!!! saludos desde san juan argentina. Cecilia

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