jueves, 28 de mayo de 2009

Pequeño Minotauro Sintético

Sabemos que mucho tiempo ha pasado desde nuestra última aparición. Esperamos sepan comprender, estos últimas días han sido poco benévolos con nosotros, es probable que incluso no nos reconozcan bajo estas carnes demacradas. Somos los mismos, ¡seguimos siendo humanos! Por favor no se asusten, mantengan la calma y aceptennos tal como nos vemos, después de todo lo que importa es la cerveza.



Faca se cayó de un segundo piso y durante su descenso un cangrejo aereo le apretó dos dedos del pié. Dolores se llevó la peor parte, una mezcla de dengue, ébola y gripe porcina, sumados a un abundante plato de mejillones vencidos hicieron el trabajo.
Doble dedicatoria; a Quique, que captura nuestros pensamientos y corazones, mejor cambiamos la picada de bienvendia por unos brócolis con salsa blanca.
A David Carradine por groso ausente.



Una vez alguien dijo que la lectura no debe ser un ejercicio rígido. Uno debería poder comenzar indistintamente por el final o el principio del texto, saltearse partes incluso no es pecado, sino simplemente un ajuste de sintonía entre el lector y el autor. En función de lo dicho, parte del contenido del primer capítulo puede ser obviado por aquellos a los que escuchar una y otra vez eso que me obsesiona, es denso y algo pesimista, les resulta naturalmente insoportable o al menos molesto. Dicho esto....


Capítulo primero. El asado de Platón (con chinchu y molleja).


Centroamérica nos recibió con los brazos abiertos, gracias a la legión de argentinos que emigraron a Panamá City. Walter, María Pía y familia, Juan, Noelia, Cristian, Fabián, Viviana y algún que otro compatriota más, nos amortiguaron la caída en centroamérica y nos catapultaron como a un rayo fulminante hacia las tierras por venir.


Lo que no resultó sencillo, fue retiar a los coches del contenedor. Llegamos a Ciudad de Panamá y ellos a Manzanillo, un puerto cercano a la ciudad de Colón. La travesía del Darién nos dejó los bolsillos vacíos y ni para el bus a Colón teníamos. Juancho y Aymi contaban con un pequeño resto que no podían retirar del maldito banco (que acepta siempre gozoso, pero para sacarle hay que hamacarse), y tuvimos que recurrir a un generoso prestamista que dibuja cabezas de tortuga gigantes sobre una pequeña mesa de luz. Desde París llegó el blindaje económico para americaencitro de la mano del cabezón número uno, Don Rodrigo Laiz (alias Zapallo Zoom). El asunto era que nos empezaba a correr el bodegaje del contenedor en puerto, cada día de retraso serían U$S 50, una fortuna que no podíamos pagar y por un error de la naviera, el flete que había sido generosamente regalado por nuestros amigos de Santa Marta, aparecía como pagadero en destino. Llamadas van, llamadas vienen, mails, un poco de mala sangre, los días pasaban y el bodegaje corría libre como un oso en Alaska. Finalmente y tras arduas negociaciones entre Rodolfo Schmulson, el gerente de atención al cliente de Manzanillo, Juancho y Faca, se llegó al gran acuerdo: No pagamos ni bodegaje, ni movimientos de desestiva, ni papeleo ni nada. Costo total de la operación U$S 3 de fumigación. Gol de media cancha, en Manzanillo nos trataron como a reyes y si bien no fue sencillo, a últimas horas del día liberamos a las naves que se abrieron camino en la oscuridad de la noche panameña, para hacer los ochenta kilómetros que separan al Atlántico del Pacífico.
Agenden viajeros motorizados; cruce Colombia -Panamá, EL reto.

El canal de Panamá es en muchos sentidos, más que una simple zanja. La reja simboliza un poco su espíritu. Por si acaso ahí está, no sea que a algún barco se le de por salirse de la "canaleta mágica" y se pierda algo del elíxir que drena de allí, directo a los bolsillos de siempre. ¿Maravilla arquitectónica? Sí. ¿Triunfo del hombre sobre la tierra? Sí. ¿Lubricante de alta performance para un capitalismo globalizado que sume en la más absoluta pobreza a más de medio mundo? También. Paso obligado, cuello de botella, llámenlo como quieran, lo cierto es que el futuro ya está aquí, los acensores tienen tele, los celulares conectan a China con el mundo, y cada vez hay más restricciones para "vagabundear" por este casi redondo planeta.
Donde Don Gumercindo Paz, primer habitante de la Penísnsula de Valdez (Patagonia Argentina), allá hace tiempo encontró tierras sin más horizontes que el mar, elefantes marinos, guancos y pingüinos, hoy hallaría lo mismo, solo que únicamente (y con suerte), se le permitiría maravillarse desde atrás de un alambrado.
Si señores y caballeros, el futuro llegó, los autos no vuelan y no hay robots que nos ayudan a masticar aún, pero al menos nosotros nos sentimos modernos y eso no es poca cosa ¿no?
Lo que sí para nuestro gusto, en el siglo veintiuno hay demasiado alambre, che.


Las luces dan vida a la Ciudad de Panamá. Esta es una rara capital en un país no tan raro, pero si distorsionado en muchos aspectos. De la belleza natural panameña no hace falta hablar, las fotos que siguen son más que elocuentes. Pero si habría que atender otros asuntos. ¿Que nos dejó Panamá a nosotros? La impresión es la de un país sin gravedad, todo se mueve como por inercia, hay acción, pero no se escuchan motores ni voces creativas. La economía exhuberante que ostenta la capital del país, no encaja con nada. Mucha franquicia internacional, pretensión, bancos, artículos importados, luz, cohete artificial y producción local enana o invisible. Poca profundidad para navegar tienen estas aguas. Pocas preguntas, mucho aguardiente y un buen ritmo caribeño.


Ya terminamos con el garrón y pasamos a lo bueno, promesa. Pero primero acabemos lo que empezamos. Muchos aspectos de la idiosincracia panameña contrastan fuertemente con la nuestra y nos han dejado un sabor, o mejor dicho, un sinsabor en la boca , más como todo en esta vida, el balance es inevitable. El ritmo y la vida despreocupada y alegre que viven los panameños son la envidia de muchos, el precio que se paga, a nuestro juicio, es demasiado alto, pero tildar de mejor o peor sería como en la mayoría de los casos un gran error. Panamá es como es, y de todo se aprende y se saca lo bueno, o este viaje de poco serviría. Gracias a la generosidad de los panameños y argentinos-panameños, es que nosotros logramos "levantar cabeza" para seguir viaje. Está en la naturaleza del hombre juzgar y los párrafos anteriores son un claro ejemplo de ello, pero en el final la verdad es una para todos. Puede que no estemos metidos en el barro, pero entonces al menos estamos en el charco. Puede que aún creamos en la ilusión de ser ajenos a todo lo que considearamos terrible u horrible, pero como bien dije eso no es más que una ilusión.

El registro fotográfico de nuestro paso por Panamá es muy pobre, la falta de flash es culpable, pero solo en parte, el resto de la culpa.... bueno endosémosela a Arturo Puig y listo. A Noelia, Cristian, Juan, Fabián, Viviana, Walter y Pía (inéditos en esta entrada) un millón de gracias por todo lo que hicieron por nosotros.


Capítulo segundo. Donde la narración conserva pinceladas ilógicas, y se esmera por mantener al lector en el límite entre abandonar la lectura, ceder a la locura o prepararse un café con leche.


Afortunadamente la tijera fue precisa y las ideas quedaron intactas. Nunca lo había pensado, ¿será que Giordano tiene mal pulso?

Rengo, con el peso de los años sobre sus rulemanes. Muchos nos sugirieron que a su edad lo mejor era que se quedara en casa, tranquilo, regulando bajito o a lo sumo con el cebador puesto un ratito por día. Seguimos creyendo que la calidad de vida justifica el esfuerzo.
Dio algo de laburo, pero a esta altura lo que menos nos asusta son los desperfectos mecánicos. Tras "quemar" un rulemán nuevo en mil kilómetros, Faca se puso el overol, dio unas vueltas por la ciudad y donde vio unos bochos (Volkswagen escarabajo) se metió. Pidió un poco de pista pa´ trabajar y Salomón (dueño del circo) dio el OK, se rellenó la masa desgastada por el paso del tiempo y los kilómetros, se cambió el rulemán por el último que quedaba en el baúl de los repuestos y se agregó un tope que misteriosamente había desaparecido del semieje (culpable del desperfecto). Gajes del oficio.

Jacuzzi (cortesía de Fabi y Viviana que nos prestaron su casita), facha, juventud, todo bien.

A rodar mi vida. La Estan y el Citro dejan atrás el Puente de las Américas, oficialmente sudamérica es pasado pisado. Atrás aquellos años locos, atrás milodones y chocolates patagónicos. Atrás el pasado, ahora el presente y el futuro que ya no se ve adelante sino a un costado. ¡Rueda, rueda y sé libre noble corcel!
Capítulo tercero. En lo salvaje, pero sin comer plantitas venenosas.
Al dejar Panamá City, nos internamos un par de días en el Valle de Antón, allí conocimos a Papá Rasta, que nos invitó a su camping y preparó comida hindú para todo el mundo. Mucha paz, mucho viaje encima y 8 años en la India. La cultura rastafari, que no conocemos en lo más mínimo más allá de las canciones del gran Bob, siempre se mueve al ritmo del sol y la luna, al ritmo de la madre naturaleza y posee a su alrededor un halo de misterio sereno y místico. Nosotros sabemos que bajamos un poco el voltaje tras un año y medio de viaje, pero aún así estamos a años luz de alcanzar la serenidad de Papá Rasta y sus correligionarios. Disfrutamos viendo, escuchando y aprendiendo, pero hasta ahí llega el pequeño rastaman que llevamos dentro. Aún en nuestro contexto y con el esfuerzo que estamos haciendo, somos bichos urbanizados que no sueltan ni aflojan.

Papá Rasta, pura paz, tolerancia, amor y vida. Les ahorro la pregunta. 11 años...... las rastas tienen 11 años.

Se suponía que desde aquí veríamos ambos océanos, el Atlántico y el Pacífico. El gesto de desilusión en la cara de la Peque lo dice todo; se suponía. Descargó su ira ahorcando unas pocas espigas de gramíneas, bajando de un piedrazo a un aguilucho desprevenido y bebiendo un litro de gasolina. Típico de Dolores.

¡Vuelvan a la oscuridad bestias!

Al principio no entendíamos bien porque una simple mermelada se metía en temas tan profundos como el perdón y la debilidad. Aplaudimos enérgicamente la iniciativa ¡vamos en buen camino! ¡La filosofía finalmente llega a las masas populares a través de una mermelada de conciencia infinita! Luego abrimos la Ujarrás sabor "fresa" y todo cobró sentido, aunque de manera nefasta. Nunca probamos algo tan berreta en nuestras vidas, era gelatina pura e insabora. Nos resulta increíble pensar que en algún momento durante la elaboración de este "alimento" alguna fresa se halla acercado a menos de veintiocho kilómetros de la fábrica. Preferimos comer un pollo transgénico, con ADN de merluza y salamandra moteada del pacífico, antes que esta aberración de la industria alimenticia.
Más allá de todo la verdad sigue intacta. Esta es la opinión de una compañía experta en el asunto. "Pedir perdón no es muestra de debilidad", cuan robusto y certero suena viniendo de una mermelada que cada día nace, muere y resucita gracias al perdón del consumidor.

Del Valle nos juimos pa´ Corona, una playa desierta del Pacífico a apenas unos 30 km. Allí paramos en la casa de un Portugués que vimos apenas 10 minutos, nos dio su bendición y dejó el barco bajo el mando de Juan. Créannos, ese portugués es un hombre de mucha . Apenas apareció Juan, desapareció nuestra paz. El hombre, si bien inofensivo, estaba ebrio a más no poder y se convirtió en una pesadilla. Cantaba mariachi sin detenerse a respirar, por supuesto puso a Faca a tocar la guitarra hasta que los dedos comenzaron a sangrarle, veía a todo el mundo bravo (enojado con él, en eso algo de razón tenía), hablaba con un aliento que podría haber derribado un bosque completo y nos quería convencer de que lo acompañemos con su seco (una especie de aguardiente hiperconcentrado). No se despegó de nosotros ni por un segundo, lo dejamos y bajamos a la playa con la certeza que que al regresar estaría en el quinto sueño. Nada de eso, allí estaba esperándonos estóicamente como un quebracho en su robusta madurez. En su discurso repetía sin cesar que podía matar o morir, una especie de Juan Moreira entrado en copas, y que el Portugués le iba a traer una rusa. Finalmente, tras horas, el hombre cayó rendido bajo los efectos etílicos y concilió el sueño. Duerme dulce príncipe, duerme que el día se ha sentado a morir.
Juan y Juaaaaaggghhgnnn.

El Pacífico a diferencia del Atlántico luce en la costa, un jopo altamente a la moda.

El universo está cambiado. El mundo está cambiando. Aymi los sabe. Los medios se retroaliementan en un coyuntura favorable para el amarillo. El calentamiento del globo es un castigo del hombre para el hombre. El mar ha invadido la tierra otras muchas veces, pero eso no parece importar. El esqueleto de un cetáceo de 9000 años en plena zona industrial bonaerense es prueba irrefutable o de que el mar entonces estaba por encima del nivel actual (para eso se necesita una tierra más caliente que la actual), eso no importa, o mejor dicho no sirve. Juancho lo sabe. Unas especies de erizos de mar proliferan y eso genera desconcierto. Faca lo sabe. El planeta y el sistema solar completo se mueven en un espacio heterogéneo, desierto por momentos y viciado de polvo cósmico de tanto en tanto. En medio del dilema quedan atrapados los fotones a los cuales se les resta protagonismo deliveradamente. No se buscan allí explicaciones. No se sigue ni a la lógica ni al absurdo. La próxima vez que escuchen hablar del calentamiento global recuerden a ese fotón, que interrumpió su carrera a más de 300.000 km por segundo, estrellándose contra una partícula de polvo de estrellas. Eso es pasado, hoy ese fotón tal vez marque un récord interestelar en velocidad. Ese fotón se llama d´Gordone y tiene sentimientos. Cuidemos al planeta, pero no por miedo, sino por convicción.
-aplausos-

-más aplausos-

Gracias.

Huella. Despedida urgente.

Faca presenta la portada de su último long play "Pequeño Minotauro Sintético". En esta obra el polémico artísta que se autoproclama la reencarnación de Federico Kelmm (pero se queda sin respuestas si se le hace notar que fue su contemporaneo durante más de veite años), vuelve a patear todos los tableros y propone melodías inciertas y confusas, claramente influenciadas por Jimi Hendrix, Nelson Mandela, Durazno Sangrante y el capítulo 12 de ALF. El primer tema de difusión "Reviví al gato usando un secador" de neto corte autobiográfico, desencarta el espíritu errático y autodestructivo del cantautor y nos revela su lado POP.
Pequeño Minotauro Sintético podrá conseguirse en todas las forrajerías con la compra de 500 gramos de Hortal en polvo (veneno para hormigas NEGRAS), desde el 12 del 12 del 2013.

Muchas manos para ajustar la correa del alternador de la Celestina. Ojo no son manos cualquiera, son las únicas sin impurezas.
Para el cumple de Juancho, asadito, visita de Walter y Pía (muy grosos que se vinieron desde Panamá, muy mal nosotros que no les sacamos fotos), alta picadita como regalo de Aymi, roncito como regalo de los de Fuego y GOOD SHOW!

Lo que si de laburar no zafó.

Lo cruel del baseball playero de Corona es que cada batazo acertado significa un árbol potencial menos.

Today´s surreal moment. Es la llama de Ujarrás realmente tan extraña. Es la llama de Ujarrás sinuosa y coloidal. Es la llama de Ujarrás evitable y gubernamental. De gobierno de mano firme. No posee gloria, ni calor, mas envidia genera en todo. En la palma de Alejandro fue temible. Prefiere el ocaso. Podría someter la materia. Podría beber buen vino en cada cena. Más prefiere el olvido y el perdón pues no los reconoce como signos de debilidad.
Bien, algo de hierro para los pies que tienen ganas de estar livianos. Como Guada Laiz, la archiconocida fotógrafa de los ositos masticables Shummy, tenía fecha de llegada a San josé en Costa Rica el 26 de mayo, debíamos apresurar el paso. Finalmente, decidimos pasar el tiempo que nos quedaba en Bocas del Toro, un grupo de islas paradisíacas en el mar Caribe a escasos kilómetros de la frontera con Costa Rica. Entonces la hermosisima jungla Panameña nos envió ciertas visitas imprevistas.

Elpidio se arrastra lento. Lentes: No. Lencería: No. Lentejas: si. Lenny Kravitz: No. Lennon: No. Lenin: No. Lengua: si. Repito. Lengua: Si. Lendel: Si. Lens: Si. Lenovo: No. Lennox: No. Elpidio señores y caballeros, Elpidio.
Llegados al puerto de Almirante, nos dirigimos sin rodeos al cuartel de bomberos donde fuimos muy bien recibidos. Como la idea era pasar entre siete y diez días en las islas, teníamos que encontrarle un hogar seguro a la nave. Después de aquella experiencia horrorosa en la selva ecuatoriana, lo último que queríamos era volver a exponer a nuestro noble felino a semejantes atrocidades nuevamente. Los bomberos nos permitieron pasar la noche en la estación, hicieron un lugarcito para el Citro y la Estan y se comprometieron a cuidarlos con la vida, de ser necesario.

Todo listo, compramos una tonelada de morfi (comida) y partimos a la mañana siguiente en el ferry con las mochilas cargadas a más no poder.

Cuando sea grande quiero ser bombero.
Llegados a la isla tras unas dos horas de lenta navegación, comenzamos a averiguar precios y rápidamente descartamos las opciones que más nos habían recomendado. Isla Zapatilla se presentaba como la vedette del archipiélago, pero lo que nos querían cobrar para llevarnos y traernos sumado a la entrada y el hecho de que no era seguro poder acampar, la bajaron del programa. Finalmente tomamos una lancha económica que nos cruzó a la isla Bastimentos donde otrora el viejo pillo de Cristobal se aprovisionara con toda clase de alimentos. Tras deliverar un tiempo, decidimos caminar toda la isla de Bastimentos bordeando las playas y ver que tesoros descubríamos.
Diría Galán "hay que besarse más". Me pregunto si será normal que cada vez que beso a Dolores recuerdo al viejo truán haciendo de las suyas con esos inocentes viejecillos. Sea como sea, olvidar sus generosos premios resulta imposible. Nací para tiiiiiiiii, aqui me tieneeees, ¿Que te hace feliiiiiiiiz? Dime que quieres..... Te espere (tarará) en soledad tanto tiempo, que me estás dando la vida. Si sientes tuuuuuu... lo que yo siento...

Una pequeña rana roja asoma. Este diminuto anfibio desova en pequeñas charcas y arroyos alcanzando llamativo éxito en determinadas zonas de la isla. No iverna como lo hacen otros batracios de zonas gélidas, aquí el calor le permite mantenerse activa durante todo el año. Sus robustas piernas traseras le permiten saltar grandes distancias velozmente y sus colores vivos están enviando un claro mensaje a quienes la pretendan para el almuerzo: ¡Soy comunista!

No es un experimento de John Cage ni la portada de un disco de Pink Flyd. Es lo mejor que podemos ofrecerles de una de las experiencias más increibles que hemos vivido en este viaje.

Las probabilidades no eran espectaculares pero no dejamos que eso nos desaliente. Comimos algo y nos dispusimos a caminar los 12 km a lo largo de 5 horas llendo y viniendo a lo largo de la, más que lúcidamente llamada, "Playa Larga". Nuestra ilusión se sobrepuso aquella primera noche al peso de nuestras piernas que hundían la arena al caminar. Ida, nada, descanso, vuelta, nada, descando, ida, nada, descanso, vuelta nada... a dormir desilusionados y molidos. Al día siguiente Juancho y Aymi se volvieron a Almirante aprovechando una lancha que casualmente llegó y les ofreció un buen precio para devolverlos. Nosotros decidimos quedarnos a probar suerte una noche más. Así, esperamos a que el sol se canse de flotar y se esconda exhausto, gordo y anaranjado bajo el horizonte que indefectiblemente lo reclama cada día, y nos dispusimos a otra noche de larga caminata. Arselio trabaja en el parque hace años y marca el ritmo a seguir... La noche está más estrellada que la anterior, caminamos escudriñando las olas que se extinguen en la costa, nada. Nos sentamos a descansar un rato sobre un tronco muerto en la playa, lejos el océano y ciertas nubes oscuras se iluminan al capricho de los refusilos de una típica tormenta caribeña. Empezamos a pensar que tal vez no tendremos la suerte de ver al gigante. Comenzamos la vuelta, la Peque extenuada anuncia que no volverá a salir, es ahora o nunca. Arselio se ha adelantado, nosotros vamos al ritmo de las piernas de Loli que no quieren más. Ya casi llegamos a la carpa y nada.... las esperanzas no se pierden hasta el fin dicen, y lo bien dicho que está. Una huella inmensa que no habíamos visto antes se topa en nuestro camino, encendemos la linterna y la seguimos... ¡ahí está! La silueta de una tortuga baula enorme se insinua en la penumbra de la noche. Se mueve lento y con gran esfuerzo, aún está buscando el lugar para hacer su nido.
No queríamos ni respirar, ella (de aquí en más Beba), comenzó a sacar arena con sus patas traseras y poco a poco el nido fue tomando forma. Una hora más tarde empezaron a caer los huevos, 86 fértiles y otros tantos más pequeños y estériles. Arselio marcó a Beba y midió su caparazón que acusó 153 cm en la cinta. No hay palabras para definir lo que sentimos en ese momento; ver algo tan extraño, íntimo y lleno de vida es extraordinario. Pura vida, pura magia.
Una vez terminada la puesta, Beba tapó el nido y se quedó unos cuarenta minutos haciendo un bolonqui bárbaro, para que los depredadores no identificaran el lugar preciso de los huevos. Impresionante, el lugar quedó como un campo de batalla. En una de esas la gran baula encaró para el mar, pesadamente y con gran esfuerzo se arrastró hasta la orilla parando de tanto en tanto a recobrar el aliento. Ya en el agua su andar cobró agilidad, las olas chocaban contra su enorme cuerpo que no se movía de su sitio. Poco a poco el mar se la fue tragando y desapareció dejándonos con los corazones felices y las piernas cansadas.
Como no se nos permitía usar el flash para las fotos nocturnas (de igual manera, nuestra cámara ya no cuenta con él), a la mañana siguiente regresamos a la "zona cero". La Peque (que durante ocho años se perfeccionó en imitación de conductas animales en el Instituto Nacional de Imitadores de Teros y Demas Animales no Alados), comprometida con los seguidores de este blog, recrea fielmente el retorno de Beba al mar.

Lo malo de lavar ropa en el río de té, es que tipo cinco de la tarde, se llena de ingleses.

Esta rana se llama Roberto Alejandro Restrepo. En su vejéz madura, fumará en pipa. No toma pastillas, pues no cree en la medicina moderna. Si se levanta con resaca se la aguanta y ya. "Calavera no chilla" le decía su padre. Una vez, preparó unas tostadas que le quedaron de rechupete, todos lo alentaban para que se dedicara a eso, ¡hacé más! le decían, pero Roberto nunca fue consante en su vida. Rob tiene un sueño; mandar a construir un coche y correr. Si, también es comunista.
Caminamos de Bastimentos a playa Wizard donde acampamos una noche. ¿Por que no hacen carpas antilluvia? Siempre la misma historia, dos gotas se bancan bien, ahora, llueve un poquito más y es clavado que el sobretecho toca la tela de adentro y chau pichu. Toca andar haciendo malabares toda la noche para que no se mojen las cosas. Al día siguiente caminamos bajo la lluvia hasta playa Polo donde solía vivir un viejo loco que vendió todo. Ahora es millonario y sigue loco. Cuatro días y cuatro noches pasamos allí con Alejandro (wachiman) que nos salvó de más noches pasadas por agua. Playa Polo es el paraíso, bicharracos de todo tipo, mucho sol, agua transparente y un arrecife alucinante para bucear y pescar.
Tres o cuatro perezosos rondaban en los manglares del lugar. Lo más común es verlos hechos una pelotita allá arriba, muuuuy pero muy quietos, en las ramas más lejanas. La última mañana tuvimos la suerte de que a Gregor se le ocurrió dar un paseo por el piso y pudimos sacarle unas cuantas fotos. Aquí huyendo a "toda velocidad" hacia la seguridad del canopeo.
Toda la vida escuchamos maravillas del camuflaje en la naturaleza. Los lenguados se suponen maestros en este arte, desafortunadamente a los de Playa Polo no les alcanzó para esquivarle a la terrible lanza de este pichón de Jacques Cousteau. ¡Proteínas para la cena!

Este es el primero de tres ejemplares capturados en las profundidades del caribe. La verdad la adaptación de este pez es increíble, nacen con un ojo de cada lado de la cabeza como cualquier bicharraco normal, pero al pasar toda su vida aplanados contra el fondo arenoso, poco a poco uno de sus globos oculares se va corriendo para el otro lado de la capocha. Nadan de coté bien pegaditos al fondo, finitos como una milanesa y si bien no son muy veloces tienen buenas técnicas para desaparecer como por arte de magia. El priemro que perseguí (y se me escapó) nadó un poco y después hizo como un tirabuzón dando tres vueltas sobre si mismo a toda velocidad, levantó una nube de arena a lo houdini y ya nunca más lo volví a ver. La verdad a la población de lenguados de esta playa no la salvó el camuflaje, la salvaron las espinas.

Los favoritos de la Peque. Los cangrejos hermitaños son simpáticos a más no poder, eran nuestros grandes protegidos hasta que descubrimos que son la carnada ideal para pescar pez ballesta (mucho más rico, lleno de carne y carente de espinas que el lenguado). Si ya sabemos, somos monstruos, pero algo hay que comer che.

Muuuuucho stressssssssssssss......... Quique tenés la excusa perfecta para venirte con Iris a hacer un poco de hamaca al Caribe.

Antonio vivía en México.

Muchos se preguntarán que hace este bombón nuclear con semejante croto. Faca también.

Nada que envidiarle a una manada Nehanderthal.
Gracias por mostrarnos el camino.
Bueno queridos conejos, ¿que más podemos decir? Esto es el paraíso, ya tenemos subidas las fotos de Costa Rica y la visita de Guada (la archifamosa fotógrafa de los ositos masticables shummy) para la próxima publicación. Tuvimos que dividirla en dos porque era un choclaso. Seguimos vivitos y coleando juerte, felices como siempre que nos damos el lujo de pasar unos cuantos días en lo salvaje. La nave afortunadamente se está portando super bien, bueno en realidad ahora está jodiendo un poco el burro, pero nada que nos impida seguir camino al norte. Hoy nos encontramos en San José, tramitando las visas para entrar a Estados Unidos.... (piel de ave). Nuestra suerte y el destino de nuestro viaje estará el 25 de Junio a las 9 de la mañana (hora Tica) en manos de un funcionario de la embajada estadounidense en San José. Si nos dan luz verde, Alaska estará a un paso (un paso de unos 20 a 30 mil kilómetros más), si la luz es roja no sabemos.... a cruzar dedos.
Como siempre y en el mientras no los vamos a dejar con las manos vacías. Aquí les va un consejo que puede resultar muy útil en caso de corte energético.
- Alimente al gato durante el día, así, si el corte llega en la noche useted no tendrá que buscar su gaty a tientas (aplica a otras mascotas).
Los queremos, extrañamos, mandamos patadas ninjas, besos, abrazos, rodillazos a la quijada y todo eso de siempre.
¡Arrivederci e buonafortuna! ¡Yuk Punchagamma!
La desesperada huída de Gregor