lunes, 19 de abril de 2010

Llámalo X, me parece bien. Llámalo energía ¡Mejor todavía!

Del mundo de los pisadores y los pisoteados, no esperamos nada. Del mundo de las manos que se estrechan, lo queremos todo. Tan bien hecho está el trabajo de los que no tienen corazón, que ni todo este camino ha sido suficiente para desprendernos de muchas de esas cosas que odiamos. Y claro, si desde que uno es chiquito le meten basura en la cabeza, y le desarticulan el corazón. Un pueblo dividido se maneja de taquito. A un pueblo atemorizado se lo hace danzar sin mayor dificultadal, al ritmo de los tambores de la sumición. El pueblo sin letras (que generalmente es además, el pueblo sin comida), no encuentra ni encontrará jamás refugio en sus propias limitaciones. Y por eso se nos embrutece, y por eso tienen a tantos con las panzas vacías. Porque no quieren un poquito de nosotros, nos quieren a todos y enteritos. Viviendo vidas diminutas, microscópicas y tristes.
Y si uno se cree el cuento, entonces no hay nada que hacer con las páginas por venir, pues ya están escritas de antemano. Pero, la buena noticia es que no hay necesidad de creer en sandeces, y no necesitamos más pluma, ni más papel que el que podamos comprar con nuestra imaginación. 
Y muchos se creerán muy poderosos, y otros tantos creeremos que aquellos tienen poder, pero ambos estamos equivocados, pues las limitaciones no se buscan alrededor, sino dentro nuestro.
Insisto, usemos la cabeza que para eso la tenemos sobre los hombros. Seamos hombres y mujeres librepensantes, ¡librepesantes! Que para recetas, sufiecientemente gordo está ya el libro de Doña Petrona.

 La nube de Vallarta nunca desapareció, es más, nos corió hasta nuestro siguiente destino: Tepic.
Tepic es la capital del estado de Nayarit, allí llegábamos pasados por agua y un tanto achuchados tras nuestros últimos pasos solitarios. El camino, mientras nos acercábamos a la ciudad, insinuaba ciertas dificultades, pero teminó perdiendose en lomadas atenuadas, cubiertas de frondosísimos árboles de mango que recién comenzaban a trabajar sobre sus incontables frutos. En Tepic, nos recibió el buen Arturo Díaz, un notario público amigo de el aún enmascarado Reno Cassasola. 

  
Enrique, Arturo, Florencia y Arturo hijo. Esta hermosa familia nos recibió en su casa durante unos tres días. Como buenos mexicanos que son, se brindaron totalmente apoyándonos en esta travesía americana de todas las maneras posibles.

   

Flor es una súper persona, llena de vida y alegría. Sus pies apenas logran mantenerse sobre la tierra con la ayuda de Arturo. Puede decirse que es un torbellino sin temor a errar, flor de torbellino.
Por aquellos días mandámos la compu al DF para ver si la revivían (morta en el huracán de Vallarta), nos mimaron a lo grande, nos llevaron a probar toda clase de delicias locales aquí y allá, nos introdujeron al fantástico mundo del sushi, hubo un poco de prensa dando vueltas y tanto más. Pa´ redondear Flor le llenó el tanque a la nave cosa de que el envión fuera completo.

Mas amigos que nos inviaron a cenar y a compartir buenas charlas.

El panteón de Tepic.

¡Alimenten al gurrumín que se nos viene flaco!
Y entre el sushi, los tacos y las sincronizadas matutinas de Gloria, casi que podíamos dejar al citro y llegar rodando a Alaska.
Con precisas indicaciones y varias recomendaciones de Arturo, partimos hacia San Blas. Si, el lugar de la canción de Maná. El vero San Blas. No nos vamos a cansar de decir ¡GRACIAS! ¡Gracias a la familia y gracias a México!

Y la nave a trepar montañas, esta vez eran bajas y estaban cubiertas por una frondosa vegetación. Por supuesto los mangos dominaban la escena y en un ratito estábamos en San Blas (y con sol).

 No se como lo imaginaban, pero este es el famoso Muelle de San Blas, con loca y todo.

San Blas es un pueblito pesquero chiquito, con algo de turismo y mucha mística. Allí se pueden comprar mariscos en cada esquina, a muy buen precio y recién sacados de la mar. Varias playas rodean al pueblo, algunas son pequeñas bahías rocosas y otras, extensísimas plataformas de arena.


Mucha vida en estas costas, pelícanos y fragatas por doquier, buena pesca y alguna que otra resagada que va tener que esperar a la próxima oportunidad, para conocer el océano y degustar sus ricas algas y medusas.

Tras dar una que otra vuelta, decidimos acampar en plena playa. Afortunadamente encontramos otro paraíso seguro y poco poblado para disfrutar, la idea era seguir viaje al día siguiente pero....


En aquel atardecer, mientras encendíamos un fuego pa´ cocinar unos fideitos, una sombra empezó a pasar por encima de nuestras cabezas. Ida y vuelta, volando cada vez más bajo y sumbando en nuestros oidos, el anónimo pájaro de aluminio sería la excusa para quedarnos un poco más en estas tierras.
La prensa que tuvimos en Mexico nos aydó mucho con nuestro andar en estas latitudes. A todos lados que íbamos, alguien se acercaba a decirnos que nos había visto en la tele y así arrancaba la charla. Esta vez, mientras hacíamos los fideos una pareja se arrimó, nos sacamos fotos y parlamos un rato, antes de irse, nos dejaron una bandeja repleta de camarones. Y se les hizo justicia a los curstáceos che.

No hay mejor riqueza que la felicidad. Nunca vamos a encontrar inspiración en todo ese plástico que anda dando vueltas. O se corre detrás de una zanahoria con sabor a nada, o se persigue la magia. ¿Y como se alcanza la felicidad dirán ustedes? Ni idea, pero mientras no nos permitamos nosotros mismos ir tras ella, de seguro será imposible hallarla.

A la mañana siguiente, ni habíamos salido de la carpa y alguien nos llamó desde afuera. Era Laura, una mendocina que vive en Estados Unidos hace ya unos cuantos años. Está pasando el crudo invierno del norte aquí abajo con su novio David y son quienes ayer manejaban al pájaro de aluminio sobre nuestras cabezas. Rápidamente nos invitó a volar y con más velocidad aún, nosotros aceptamos. Levantamos campamento al instante y mientras avanzábamos con la nave sobre la arena, David que ya estaba en el aire, se nos puso de frente y comenzó a bajar. La nave argenta y el pájaro de aluminio se acercaban de frente y la colisión era inminente, Le´Chien asustada me dice ¡Doblá! Yo, intuyendo las intenciones de David, seguí con rumbo firme y a último momento, el gran pájaro se elevó sobre nuestras cabezas. ¡Comenzó la acción!


Unas pocas palabras de presentación con David sobre las arenas de Matanchen y a volar. Primero Dr. Faca y después Dra. Le´ Chien con cámara y todo pa´ regalarnos algunas impresiones de su experiencia alada.
Estos ultralivianos son una aladelta grande con motor. Tanto el aterrizaje como el despegue son sencillos y rápidos, los comandos se limitan a dos pedales en el frente y la barra del ala, además de las revoluciones del motor. Y pa´ que describir algo indescriptible, estando en el aire, se puede apagar el motor y usar las térmicas para planear. Por eso es de gran ayuda observar a las aves que utilizan el mismo recurso para ahorrar energía. De alguna manera en el aire, David es una pájaro más. Tal vez no tenga la gracia ni la elegancia de una fragata y hasta tal vez se vea un poco grotesco al lado de un pelícano, pero sin duda su espíritu es identico al de un ser alado.

Un redepente, el bicho levantó vuelo como si juera un pajaro de adeveras. ¡Habrase visto cosa semejante!

Y chiquiiiiiiiita se veía la nave.

Pa´ mi, esto era cosa e´ mandinga, porque nunca habían visto mis ojos cosa semejante.

Con los pieces sin suelo que pisar, andaba Le´ Chien por los aires, como si de un chimango se tratara.

Y afortunadamente, todos volvimos a la tierra. Pasado el julepe nos pusimos en yunta, pa´ usar una de esas máquinas que le roban a uno el alma, y retratar el momento en familia.

Y por supuesto decidimos quedarnos a compratir el resto del día con los nuevos amigos. Nos tomamos unas cuatro pavas de mate con Lau, y enseguida se armó la sesión musical con David, el Jethro Tull volador de Oregon.

Buenas vibras en Matanchén. Con dos ensayos más estábamos para el Luna.

¡Gracias por la onda chicos! Linda la vida del viajero.

Y dejamos Matanchén y San Blas, para movernos un poco más al norte llegando a Mazatlán. Como llegamos medio de noche y el lugar es grande, nos dispusimos a buscar donde armar la carpa. Pronto veríamos con claridad que una Pemex (todas las gasolineras o estaciones de servicio de México son Pemex, o sea ¿de la gente?), sería la mejor opción. A lo largo y ancho de México, las Pemex han sido nuestro hogar insustituible junto a las estaciones de bomberos y casas de familia. Pasamos la noche tranquilos, sin vendaval que perturbe el sueño y al día siguiente tras dar una vuelta por el malecón, decidimos seguir viaje al norte una vez más. Se suponía que de Mazatlán podíamos ya embarcar el auto en un ferry a La Paz en Baja California, pero nuestra idea era seguir subiendo hasta Los Mochis desde donde sale un tren llamado "El Chepe", que recorre la Barranca del Cobre. Esta barranca, según oímos, es más grande y espectacular que el famoso Gran Cañón del Colorado, así es que, pensamos en dar un vistazo.

El malecón de Mazatlán.

 Más viajeros en el camino.

Al llegar a Los Mochis, nos dirigimos a la estación de ferrocarril para averiguar algo más del Chepe, pero al ver los precios y que nada podíamos hacer para convencer a los encargados de que sería una buena idea que nos dejen subir gratis, nos retiramos hacia la costa en Topolobampo a unos pocos kilómetros de donde estábamos.
 Ahora sí, todo listo para embarcarnos durante unas cuantas horas hacia la Baja California. Nuevamente considerando la pequeña fortuna que representaba cruzar de tierra continental a peninsular (cerca de U$S 300), intentamos entablar relaciones diplomáticas con el gerente de la empresa de ferrys. Presentamos una carpeta llena de artículos de diaros y fotos del viaje, nos hicieron esperar hasta último momento y finalmente pasamos a una oficina. Ya casi estábamos cantando victoria, porque los no, suelen darlos desde atrás de un grueso vidrio. Pero parece que no estábamos en buen momento para los regateos esta vez, nada de nada. A pagar como todo el mundo y cállese la boca. Es increíble como funiona todo esto, uno nunca se queda de a pié. Cuando se tiene, hay que pagar, y cuando no se tiene, de alguna manera se activan ciertos mecanísmos cósmicos para que las cosas se arreglen de alguna manera. Se ve que esta vez teníamos.

 Inmenso el bicharraco, los camiones subían y subían sin parar. Cuando estábamos en la fila, esperándo para subir, se acercó el gerente que no había podido atendernos anteriormente. Charlamos un rato, nos explicó que la maldita crisis no le permitía hacernos la pasada de gauchada y finalmente nos regaló la cena y un lugar de lujo para la nave. Tan mal no nos fue después de todo.
El viaje duró toda la noche, desde las 22:00 hasta las 6:00 de la matina. No nos avivamos de bajar mantas y pasamos un poco de frío durmiendo sobre uno de los sofás del barco. Aún a oscuras, bajamos en el puerto de La Paz.

Tras una revisión militar no muy larga, condujimos el auto a la ciudad a través de caminos que ya anticipaban la belleza que estábamos por conocer en esta península. Ya en la ciudad intentamos ponernos en contacto con Reno, si, el famoso y a la vez desconocido Reno Cassasola. Ahí les va. Reno es un italiano de Venecia apasionado por los autos clásicos americanos, trabaja en sociedad con Pepe buscando y vendiendo joyas perdidas en el tiempo. En el departamento de Guadalajara, lo conocimos por primera vez, nos cedió su enorme cama matrimonial y pasó dos noches en el sillón del living, compratimos algunas charlas y rápidamente nos hicimos buenos amigos. Sabiendo que viajaía a Baja California en misión secreta para buscar carcachas, apuramos el paso y tuvimos recompensa.
Eran como las diez de la mañana y prácticamente todos los negocios seguían cerrados en La Paz, habíamos desayunado en el mercado y ahora, hacíamos tiempo esperando a que abran los cybers. Inesperadamente, mientras estábamos sentados en el Citro, aparecen de la nada "El Titiritero Cósmico" Reno Cassasola y Julián, un buen amigo de La Paz.
Fuimos a tomar un café y nos dijeron que estaban saliendo en busqueda de autos viejos por todo el sur de la penísnula, nos invitaron a conformar el equipo expedicionario y obviamente aceptamos. Guardamos la nave en casa de la familia de Julián y a la ruta. Supuestamente al día siguiente regresaríamos, por eso no llevamos más que lo puesto, litermalmente hablando. Solo agarramos la carpa, bolsas de dormir y alguna manta para pasar la noche acampando en alguna playa. Fueron cinco días increíbles, pero empecemos por el principio.
Primera parada Balandra.
  
Balandra es una playa paradisíaca y despoblada, en las afueras de la Paz. Cuando la marea baja, puede cruzarse a pié desde un lado de la bahía al otro sin problemas. Lo hermoso de Baja California, es que el desierto se mete casi dentro del mar. Todo el paisaje está dominado por cardones ancestrales que se las arreglan para crecer en un suelo seco e inhóspito. Aquí las temperaturas en verano pueden alcanzar fácilemnte los 50 grados y no es fácil para otras especies vegetales prosperar en estas tierras. Solo algunos arbustos xerófitos y los siempre mágicos cardones.

 Buenas defensas contra el calor aplastante, la falta de humedad y los molestos herbívoros.

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Esta vez solo dimos un vistazo, pero volveremos a Balandra para pasar una noche, en unos siete días.

Bicharracos en el muelle de La Paz

 Esta es la clase de tesoros que nos interesaban en la gesta carcachística. Art Decó sobre ruedas.

En nuestra misión, recorrimos miles de rincones de la Baja California Sur. Los pueblos más pequeños, las playas más remotas, las montañas, los desiertos y mil lugares increíbles. La capacidad ilimitada de hacer sociales de Reno y el profundo conocimiento de Julián en la zona, nos llevaron a sitios más que interesantes. De La Paz, a La Ventana (playa de wind y kite-surf) y El Sargento. De allí a San Antonio, Los Barriles, El Triunfo, Aguas Calientes, San José del Cabo, Cabo San Lucas, Todos Santos, San Pedrito y vuelta a La Paz.
Los días se iban más o menos entre bromas, carretera, turismo, comida y trabajo. Cada tanto aparecía algún auto y entonces la tropa se animaba. Las noches, pasaron muchas veces acampando y haciendo grandes fogatas en distintas playas, otras en alguna piecita rentada por Reno. Julián nos habló mucho de lo fácil es ver OVNIS por acá, pero la verdad si bien estuvimos atentos, no apareció nada de nada, salvo algún que otro extraterrestre disfrazado de humano (pero esos ya estamos hartos de verlos).

 ¿Ya están cansados de ver pelícanos? ¡Pues a aguantarse, porque por estas tierras hay un montononón!
Esta foto la sacamos en Bahía de los Sueños, bueno, ese es su nuevo nombre comercial, en realidad el sitio se llama Bahía de los Muertos ya que por allí naufragó un barco y... imaginarán hubo varios occisos.

 
Finalmente para toda America, "El Titiritero Cósmico" Reno Cassasola y Le´ Chien en El Triunfo. El Triunfo es un pueblito que tuvo su epoca de auge con la explotación de varias minas de oro que se encuantran bajo sus pies. Hoy cien años después, está virtualmente abandonado, sus viejas casas caídas en pedazos, sus calles poceadas sumidas en un eterno silencio apenas interrumpido por el silbido del viento. Poca gente, poco trabajo y tres cementerios que recuerdan a los años dorados. El inglés, el chino y el popular. Algo tiene este lugar, algo de magia que se escapa entre las grietas de las casas venídas a menos. El Café El Triunfo, restaurado y llevado adelante por un Gringo que si mal no recuerdo se llama Mark, marca el sendero hacia el futuro de esta tierra fantasma. Buen pan casero de arándanos y una mística pizza que no llegamos a degustar. Al andar por allí, algo nos hizo sentir que El Triunfo se está olvidando del olvido.

   
La altísima chimenea utilizada en el proceso de separación del oro, está hoy dormida.
Allí encontramos máquinas, canales y la enorme chimenea, abandonados todos a la suerte del tiempo.

"Críptica la torta, críptico el sonajero (peregrinación compleja en Si menor)" Colaboración de Gunther el fotografo coneptual Alemán.

 
No, si no es por dañar señora, más que nada es pa´ auyentar a los OVNIS ¿vió?

Apenas iluminado por las llamas, el Titiritero Cósmico se insinúa en la oscura noche de Aguas Calientes. El universo entero rendido a su voluntad, la tierra toda girando a su merced. No necesita mencionar las cosas, ya que estas antes lo mencionan a él. Un gran amigo, con quien compartimos momentos de verdadera originalidad.

Tejo.

 
Luego existo.


No es una criatura del desierto, es el bueno de Julián (aunque mejor conocido en estas tierras como Pinoccio "el vero bambino"). Inistimos e insistimos, pero no logramos que se meta en la carpa durante la noche. El tiraba su bolsa de dormir en la arena y ahí se la pasaba. Aparentemente después de que un grupo de coyotes atacase su carpa años atrás en la sierra, se le generó un trauma. 

 
Allá por el sur de la Baja California Sur, todo está ocupado por hoteles de lujo y propiedades gringas. Casi no hay pedazo de suelo que no les pretenezca. Para muchos lo más lindo de Baja California, para nosotros, lo más feo. El solo pisar estas tierras de inmensa soledad e inalcanzable belleza, respirar aquel aire que huele a introspección y contemplar un atardecer en cualquier playa perdida, es más que suficiente para nosotros. Las luces, el ruido, el lujo desmedido, el caos, la histeria, la grasa de las capitales y todo lo que ella arrastra, bueno sus fans son muy distintos a nosotros. Esta es una de las pocas playas de acceso público que quedan en las afueras de Cabo San Lucas. Linda che.

Típico desayuno mexicano con huevos, frijol, tocino, salsas de chile picante y café. La Peque, feliz. No se como la voy a volver a acostumbrar al cafecito con macita y mermelada argentinos. Ahora si no come al menos cuatro huevos al desayuno, se desata la furia.

Más fuego para Julián, Reno y los de Fuego. Calentamos los huesos y mantenemos a esos malditos alienígenas lejos.

Y de tanto andar, descubrimos uno de esos lugares en donde dan ganas de quedarse a vivir. San Pedrito, una playa desierta y hermosa, con un estero de agua dulce que baña la arena. Algunos metros tierra adentro, una casona abandonada que perteneció a un francés y terminó olvidada tras la muerte de la esposa del mismo. Al llegar allí trepamos algunas rocas para ver la escena desde lo alto y en el mar se dejaron ver tres o cuatro cetáceos chapaleando.
Y cerca de la casa estaban estos caballos, que eran lindos, pero de lo más raros. En lugar de andar huyendo, se le venían a uno al humo. Al principio parecían mansitos, pero remataban la arrimada intentando masticar la camiseta y si uno se descuidaba, hasta los mismos brazos. Maula el animalito.
Vista de San Pedrito hacia la montaña.
se define como algo muy difícil de comprender o descubrir por lo oculto que está o por pertenecer a algún arcano.
Y como el sol desaparece, desaparece todo.
Desaparece el amor, desaparece la carne, desaparecemos nosotros. O sea que hasta acá llegó mi amor. No los aburro más.
Una para el camino.
No hay viento favorable para el hombre que no sabe hacia donde va.

A. Schopenhauer

¡Arrivederci e bonafortuna amici!

17 comentarios:

  1. Que genial, que maravillosa aventura! Que envidia! Estoy a la espera de mas fotos de esos preciosos paisajes!
    Creo que en esas puestas de sol es cuando uno se da cuenta que inmenso es todo, que pequeño es uno, y que la felicidad no existe, pero uno puede sentirse lleno.

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  2. un abrazooooooo!!!!! se los extrañaaa!!

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  3. Recién llego de Buenos Aires y me encuentro con su blog actualizado!!!! (es que en Buenos Aires no existen ni las compus ni hay interné)...

    Mañana leo todo y hago el pertinente comentario. Pero las fotos: bueniiiiiiiiiiiiiisimas!!

    Besos, Mamita (Iris)

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  4. gracias por alegrarnos el dia, y sigan adelante.
    saludos desde El Salvador.

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  5. Sin desmerecer al muelle de San Blas, la escollera sur tiene más potencial melancólico... cada vez se llena de más pescadores desilusionados llorando bajo el Cristo la pérdida de sus líneas que nunca volverán. ¿La pintada en la roca habrá sido el resultado de un partido tan malo que quedó olvidado en el olvido? Y me imagino la zapada con Jethro Tull, hace rato que se extrañan los buenos recitales en Antares, lo bueno es que esa guitarra no deje de sonar.

    Desde el tercer mundo, mis saludos y respetos para los exploradores lobenses que más lejos han llegado.

    Abrazo!


    El oso contagioso & cía.

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  6. Muy ameno y romántico todo lo que cuentas, Cundi. Y bueno, ya aprendimos a través de vuestro viaje a saber de la bondad y generosidad de la gente.

    Por acá los noticieros no dejan de mostrar lo peor de la especie humana: muertes, robos, estafas... De manera que no puedo evitar recomendarles que se cuiden mucho el uno al otro.

    Las fotos, como ya nos tienen acostumbrados, nos hacen viajar en el Citro junto a los dos, en la parte de atrás... escuchando sus risas, comentarios, tristezas a veces, anhelos.

    Mar del Plata los espera cada vez con más apuro, urgencia. Es como que saber que no falta tanto, desata una impaciencia largamente sofocada. Pero linda, las cosas se van disfrutando igual.

    Besos y rezos. Iris

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  7. FRANCISCO MENA24.4.10

    Estimados amigos!

    No sé porqué, pqro quería contarles que me vine a vivir a Coyhaique. Quizás porwque me sirve de xcusa para mandarles un gran abrazo. Quizás porque de alguna manera me siento hermanado en la aventura!

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  8. increible la travesia!!!

    pero la ultima frase es de Seneca, no de Schopenhauer

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  9. Anónimo28.4.10

    Viole: quién sos que contradecis a mi yerno?? eh? eh?...

    Lo importante es citar algo que viene a cuento con el tema... y en todo caso no intentar "por si pasa" adjudicárselo uno mismo.

    Todo bien, eh?, esto va sin ánimo de ofender ni molestar.

    Espero respuesta para zarandear un poco este blog que se viene acabando.

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  10. Maravilloso amigos!! -- no me cansaré de ver pelicanos y atardeceres.. gracias por el blog y el buen ejemplo :D <3 --Buenas Vibras desde Guatemala--

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  11. Patricia gonzález4.5.10

    Hola chicos, hablé con vos Facu cuando anduvieron por salta, pero no nos pudimos conocer...por ahora!!! La verdad que como la historia de Juan y José, la canción de Serrat, estoy viajando con ustedes...gracias por ayudarme a volar. Besos Patricia

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  12. Hola Muchachos, saludos desde Guate-buena, he estado desde hace meses visitando el blog y la verdad, ¡que envidia! viajeros de medio planeta. he leido mucho de su viaje y visto las muchas culturas y costumbres. . . ahora que estan en USA, cerca del otro lado de la salida, que piensan hacer, ¿regresar a Argentina? quedarse en algún otro país?.
    OTRO TEMA: que buen viaje de luna bodas. que EGADU los guie por su camino y en la vida siempre.

    Rocker´s

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  13. hola amigos , me encanta verlos rodar por nuestra america unida . desde SUCRE capital de BOLIVIA abrazos ibar..

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  14. Anónimo30.5.10

    Son inspiradores! que bueno saber que por algun lugar de esta America tan nuestra y este mundo tan castigado, hay gente como ustedes que con amor y trabajo están volviendo de la Pacha un espacio más hermoso para vivir y dignificando a la humanidad. Abrazo desde Tucumán de otra viajera interterrestre! Pola

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  15. mi novio acaba de verlos en Tijuana :) por plaza las Brisas! que chido por su viaje, Felicitaciones ;) .. Ya van de regreso a Argentina? Què piensan hacer? solo regresar a casa? Cuànto llevan de viaje? :) ..! Cuànto han gastado ? , Que tantas veces se les ha averiado el carro? ..Qué tanta gente han conocido? :p .. demasiadas preguntas por hoy :) pero la verdad es que nos emocionò mucho ver han hecho un viaje taaaan largo ;) ...

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  16. Anónimo20.9.10

    Que tal amigos, el día sabado 18 de septiembre vi que pasaron por Perote, Veracruz, Mexico, me parece increible lo que hacen, de verdad que me da envidia de la buena (obvio), si algún día regresan a Perote, y necesitan algo, lleguen y pregunten por Guido, que seguro les ayudo. Saludos
    Guido

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  17. México tiene todo para ser una potencia turística, tiene prácticamente todos los ecosistemas posibles, los turistas tienen un abanico de posibilidades aqui, desde venir a la playa, bosque, selva, desierto, hasta visitar ciudades industriales o coloniales. Yo considero que falta una mejor estrategia de promoción de hoteles, te puedes gastar más en un hotel bueno que en todo el viaje eso me pasó en mi último viaje

    Hoteles en León

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