martes, 31 de agosto de 2010

Bajemos del Bondi (Lo clandestino de la felicidad)

En la niebla de esta realidad que se moldea caprichosamente, haciéndonos creer por momentos, que le damos forma, cuando en realidad se retroalimenta a través nuestro; seguimos. Sempre avanti, seguimos.

Con el retorno del Cabezón a París, una plaza de la nave quedó vacante. No hubo que deliberar demasiado, la vigüela ocupó el vacío. Humanamente perfumados, retomamos las rutas de Alaska. Esta vez, de Anchorage hacia el norte, con la intención de llegar al Parque Nacional Denali.

Aquel primer día no tuvo demasiada acción, más bien puro manejo. El Citro seguía empujando y sonando horrible, pero no nos abandonaba. Acampamos en una zona de descanso a un lado de la ruta. Desde allí, caminamos hasta un pequeño río donde la pesca fue infructuosa una vez más. Cena y al sobre. A la mañana siguiente levantamos campamento, preparamos uno de esos desayunos que aprendimos a querer desde nuestro paso por Colombia (huevos, pan, chocolate, enfrijoladas) y a manejar. Llegamos al parque pasadito el mediodía.

Las intocables montañas, nos recibieron con un cielo diáfano y el gran pico McKinley a la vista.

Tras dar una vuelta de reconocimiento, decidimos sacar permiso para acampar a campo traviesa. El permiso se obtiene gratuitamente, pero primero le hacen ver a uno un video de media hora, donde explican como se debe reaccionar ante el encuentro con osos (los negros tienen una técnica y los grizzlis, otra), como vadear ríos y demás medidas de seguridad a la hora de levantar el campamento. Luego, todavía hay otra charla de seguridad, se elige con el guardaparques la zona donde se desea pulular y finalmente, antes de despacharlo a uno, le entregan un recipiente antiosos, para llevar la comida. Todo muy alentador.

Tanto trámite, sumado al largo rato que nos tomó seleccionar que llevábamos, dio como resultado que perdiéramos el autobús (increíble considerando que el Oso formaba parte de nuestras filas) quedándonos como última opción esperar al de las 8 PM. Las tres horas de caminata calculada, volcaban la penumbra de la noche alaskeña sobre nuestra existencia poco previsora, con lo cual desistimos de acampar en lo salvaje. Los precios de los campings del parque hicieron el resto.
Faca se agarra la cabeza, a buscar nuevos horizontes.

Abandonamos el lugar y nos fuimos a buscar algún rincón donde hacernos invisibles durante la noche. Afortunadamente no hubo que manejar demasiado, a unos pocos kilómetros, encontramos una bajada al río con arbustos que nos proporcionarían buen reparo para la carpa y el Citro.
Todo el día haciendo trámites para terminar como prófugos a la vera del camino. Nada nuevo bajo el sol. Mientras levantábamos la carpa, nos sentíamos estúpidos y vencidos, pero este es el estilo americaencitro. Al final, nos dio mucho gusto que el Oso pudiera vivir con sus propias membranas, lo que nosotros vivimos prácticamente a diario. Rápidamente reconstruimos una atmósfera feliz a las orillas del río de la clandestinidad.
Lo clandestino de la felicidad (Como todo lo demás, de lectura opcional)
Esto es como cuando se viaja en un bondi (colectivo, bus, guagua) colmado de gente. Todos empujan y se retuercen buscando donde estar, apenas hay aire para respirar y cuesta encontrar de donde agarrarse. Afuera hay muchísimo más espacio y suficiente oxígeno para toda nariz, pero resulta inalcanzable. A la hora de bajar, se pelea contra una marea de huesos, excesos de tejido adiposo y voluntades machacadas. Finalmente bajamos, pero hemos perdido nuestra parada.

Y me refiero a nuestra realidad. Todo está ahí, delante nuestro, pero no se nos permite alcanzarlo.

Esta es una idea que ha cobrado mayor fuerza, ahora que transitamos los dos países del norte. Aquí todo está prohibido, y viene a mi mente una observación acertadísima de Loli: Los extremos se acercan; en aquella Cuba comunista tan lejana al capitalismo extremo de los Estados Unidos, también vimos un océano de prohibiciones. Dos caras que, a priori, parecen opuestas y al final, convergen en la misma moneda. Cada vez menos cosas nos pertenecen, cada vez las restricciones, los controles, los muros y alambrados, los permisos, las modalidades, las formas y papeles son más y más fuertes. Cada vez nuestra vida, menos nuestra y más del Status Quo reinante.

En el sur se percibe, pero no como aquí.
Bote de basura a dos millas.

Prohibido circular a más de….. Prohibido circular por…..

Propiedad privada, prohibido pasar.

Propiedad del Estado, prohibido pasar.

Reserva Natural, prohibido pasar.

Reserva Aborigen, prohibido pasar.

Zona de recreación pública, prohibido permanecer más de ocho horas o acampar.

Aquí hay zonas para sentarse y zonas donde está prohibido hacerlo. Zonas establecidas para estacionar el carro, estando prohibido hacerlo en cualquier otro sitio. No se puede hacer dedo, no se puede hacer ruido, no se puede elegir nada. Todo lo proveen en forma, cantidad y tiempo controlados. El paladín de la democracia mundial, provee esta libertad que huele a rejas y además la exporta. Por supuesto, nosotros la compramos aplaudiendo.

Y la felicidad está en este paquete o es clandestina. Incluso la sonrisa. Porque todo aquel que pretenda moldear su propia felicidad, poniéndole un nombre, pintándola de cualquier color, cosiéndole un par de botones y echándola a marchar, está rompiendo las normas que pretenden controlar todo y a todos. Que impotencia y que tristeza ¿no? A nosotros se nos dio por atravesar América como ya bien lo saben. Con poquito. Y claro, intentamos armar esta felicidad con remaches, botones y cosas que, o encontramos en el camino o se nos ocurren a nosotros. Por eso muchas veces nos toca vivir en clandestinidad. Suena feo, suena a delincuencia, a malas intenciones y claro, esto es parte de la estrategia. Porque es clandestino armar la carpa atrás de un montículo de tierra, o a la vera de un río, ahorrándonos unos cuantos dólares cada noche. Es clandestino vender nuestras artesanías en la calle. Es clandestino andar sin seguro, cuando visitamos 25 compañías y ninguno de sus sistemas contempló a nuestro viejo Citroen que nada tiene que hacer por estas latitudes. Básicamente es clandestino no dejarles dinero, o peor aún, no dejarles dinero de la forma que ellos quieren que se los dejes. Así, nos vemos obligados a, sin hacer mal a nadie, vivir un poquito fuera de la ley. Por un lado se está intranquilo, tenso y con temor, por el otro se siente la tranquilidad de saber que a nuestra felicidad, no la conseguimos en el Walmart.

Creo que el control es ilusión, por lo tanto, estoy convencido de que vivimos engañados. Y esta realidad virtual, hecha como un traje a medida, no podría sentarnos mejor. Poquito a poco, nos arrullamos con este canto de sirenas que nos encanta para devorarnos de un bocado. Y vivimos muertos. Sin animarnos a nada, sin crear nada, sin pensar nada, sin ver, sin respirar, clavados frente al televisor que nos dice quienes somos. Y comemos lo que la caja nos dice que comamos, nos vestimos con lo que la caja quiera vestirnos, pensamos como la caja, hablamos como la caja, nos formateamos en un molde tieso, sin corazón ni cabeza.

Se que sueno extremo, y que lo que digo, dicho de esta manera, es irreal. Se que muchas personas se sienten atacadas por estas palabras, porque también hay una humanidad llena de belleza, que día tras día se pone de pié para hacer camino. Soy conciente de que con estas palabras no estoy contemplando el cuadro completo. Pero también se que la gran mayoría de la gente que nos ha acompañado durante todo este tiempo y lee las publicaciones del blog, conoce mis otras palabras, las que si se refieren a una humanidad de encumbrada nobleza, en la que siempre he creído y por la que ahora me pongo pesimista.

Condeno a la ilusión porque se que hay algo mejor. Porque no debemos conformarnos con este mamarracho que nos hemos regalado a nosotros mismos. Y lo digo poniéndome en el ojo de la tormenta, sabiendo que yo mismo me hundo a diario en esta tibia comodidad, adormeciéndome y quedándome con los ojos ni abiertos ni cerrados del todo.

Yo me quiero bajar de este Bondi, antes de que mi parada quede atrás. Por eso trato de pensar, de respirar, de ver, de crear, de descubrir quien soy sin tener que esperar a que me lo digan. ¿Que clase de chiste es este? El cielo es infinito, la tierra un caleidoscopio de misterios, nacemos con dos ojos, dos piernas, un corazón y una cabeza, pero no podemos utilizarlos a voluntad. Con los ojos no vemos nada realmente, con las piernas apenas nos movemos un poquito y siempre por los mismos caminos, el corazón lo tenemos solo para no caer muertos y la cabeza molida a palos, poco quiere saber de ponerse a pensar. Allá afuera quedan entonces el cielo y la tierra, listos para recibir los pasos que nunca damos.

Todo ahí, delante nuestro y nosotros sin poder alcanzarlo. Bajemos del Bondi ya.

Paradójicamente, el Oso posa con el “Recipiente Antiosos” que nunca utilizamos. Todo sin pudor en nuestro campamento "clandestino".

Fideitos con sabor a clandestinidad pa´ la manada.

Lo que parece no tener sentido a la distancia.

Lo cobra al verse la escena de cerca.
Amanecidos y desayunados, volvimos por la revancha. Devolvimos el recipiente sin pena ni gloria y nos fuimos con la nave hasta el fin del camino. Allí hicimos una corta caminata, esperando a que llegue el guardaparques a la garita.

La alegría no es solo brasilera.

Jeremías cree ser invisible, yo tampoco.

El río arrastra lo que puede, yo tampoco.

¡Hola Miguel!

Muy, muy lejos, un caribú cruza el río y no se le escapa a la “caza almas”.

Ya de regreso, hablamos con el guardaparques. Aymi y Juancho (los Estacionarios), que ya habían pasado por allí, nos habían dado referencias de él. Como el parque no puede transitarse con vehículos particulares, sino únicamente en un colectivo que cuesta unos cuantos dólares, pedimos a este hombre si no podía darnos una mano. Él esperó al chofer adecuado, lo paró y le mostró un papelito, el chofer levantó la mirada, nos indagó y asintió con la cabeza. Así conseguimos subir al Bondi y conocer el parque, sin pagar. De otra manera, no lo hubiésemos hecho.
A Faca le dio FMEP (fobia momentánea a estar de pié), y Le´Chien tuvo que caminar tres kilómetros con él en brazos.

El pico más alto de Norteamérica, el Mckinley, que usualmente se encuentra cubierto de nubes, sonríe pa´ nosotros.

En todo el parque pueden verse evidencias de épocas más frías, donde los valles estaban cubiertos de glaciares. Muchos glaciares aún siguen allí, aunque más pequeños. A sus faldas, la roca descubierta y los anchos cauces de ríos de antaño, son evidencia de aquel pasado no tan lejano.

El parque entero está tapizado de osos. En nuestro recorrido vimos unos quince grizzlis, además de algunas otras bestias. A pesar de esto, se dan permisos para acampar y caminar por todo el lugar libremente. No hay senderos, ni asentamientos designados. Ésta es una metodología que nos sorprendió gratamente y no habíamos conocido hasta entonces en ningún otro parque nacional. Si bien parece peligroso, no se ha registrado en toda la historia del parque, un solo caso de muerte por ataque de oso.

¡Pero! ¡Si serás zorra!
Habiendo acabado el recorrido, nos subimos a La Nave y desandamos algunos kilómetros al sur, para retomar la Alaska Highway. Esta carretera es un camino sin pavimento, bastante rico en pozos y piedras. Para muchos aquí, la aventura máxima. Para nosotros, uno igual a los tantos que hemos transitado en Latinoamérica. Va de oeste a este, o la revés si se quiere, a lo largo de unos 200 kilómetros aproximadamente. La idea era ver unos cuantos animales por allí, pero lo único que encontramos fueron mosquitos.


Esto no se muestra en las películas ni en los libros, pero ante todo, Alaska es, en verano, tierra de mosquitos. Los hay en tales cantidades, que con mis propios ojos les he visto llevarse volando un ciervo, para chupar toda su sangre, vaya uno a saber donde. Son una pesadilla constante y salir de caminata sin uno o dos kilos de Off, es sin lugar a la exageración, virtualmente un suicidio.

Cada noche buscábamos donde levantar campamento, los ronquidos del Oso de las Pampas, ahuyentaba a sus colegas boreales, y eso sumado a nuestro poderosísimo “Spray Antiosos”, nos hacía sentir invencibles. Cada río, charco, lago, o pileta era aprovechado para probar suerte con los anzuelos. Pero las capturas recién volverían con el arribo del Oso a Buenos Aires.





Y así señores y caballeros, cada día hacíamos una ponchada de kilómetros, recorriendo estos hermosos países del norte. La naturaleza, único testigo de nuestra existencia errante, cultivaba en nuestras almas y, se puede decir, habíamos constituido una familia feliz. Desgraciadamente los papeles de adopción nos fueron rechazados, por contar el individuo a ser adoptado, ya con 29 años en su haber y demasiado pelo en la espalda.



Si bien no queríamos desprendernos de nuestro querido Osilín de Bachín, su oscura vida pasada lo reclamaba. El tipo se tomó un avión desde Buenos Aires para visitarnos en Alaska, siendo un laburante (trabajador), sabiendo lo que cuesta juntar dólares si se gana en pesos argentinos y aún considerando que en unos pocos meses podría vernos en casa. No hay manera de agradecer semejante gesto, por algo es para los Laiz, el quinto hermano. Junto con Rod, nos regalaron dos semanas de felicidad absoluta, un poco de cariño familiar y un buen pedazo masticable de nuestra querida Argentina. Sin palabras.

El regreso a Anchorage era obligado. Para entonces el sol se acordó de brillar y pudimos darnos el gusto de nadar en un lago helado. En estas aguas, por cada brazada, una pu…eada.


El flí-flá, perfeccionado a su máxima expresión por aquellos días, no logró noquear ningún felino subacuático y por eso, tuvimos que conformarnos con comer salchichas en lugar de seguir utilizándolas como carnada.

Como el último día del Oso en Alaska, era a su vez, mi cumpleaños número treinta, decidimos seguir de largo en la ciudad y llegar a Bird Creek.

Pa´ comenzar a festejar desde la noche anterior, cervecita y segunda tanda de pizzas hechas a la parrilla por el Oso.


¿Que sería de nosotros sin las enseñanzas de Francis Malman?
El gran día amaneció nublado y lluvioso. Una porquería,| hablando mal y pronto. El Oso, sin saber como manejar la situación, se decidió por el suicidio.

Sacá la cabeza de ahí, o te la saca el tren hermano.

Luego, mi queridos esposa y amigo juntaron hermosos trozos de barro para regalarme.
También me animé a remontar mi cometa personal. Uno se aloca en estas fechas ¿vió?

En fin, preparamos pollito a la parrilla en medio del vendaval y descorchamos una leche condensada pa´ culminar el festejo. Ya por la tarde, caímos a la ciudad, el Oso se llevó una tonelada de souvenirs pa´ su gente, nos duchamos en lo de los buenos de Nancy y CJ y salimos para el aeropuerto. Allí dejamos a nuestro querido amigo. Dos semanas de carcajadas ininterrumpidas, dos semanas que disfrutamos a más no poder. Molte grazie Oso, molte grazie por tutto. Tu sei un bambino di´ oro.

Apenas lo vimos perderse en el mar de gente, nos miramos a los ojos con la Peque y una rara sensación nos recorrió la columna, de nuevo ¿solos?
Y aquí cerramos otro capítulo. Aún nos quedan dos semanas increíbles en Alaska para contarles. La cantidad de cosas que nos pasaron, hicimos y deshicimos, desde la partida del Oso, hasta nuestra propia partida hacia el sur, son increíbles. Desde San Diego, y trabajando por un pronto regreso a la patria, nos despedimos.
¡Besos, abrazos, patadas ninjas y codazos en el estómago pa´ todos! Una vez más, infinitas gracias por los mails, los comentarios que nos dejan y la buena onda que nos llega a raudales desde todos los rincones de la tierra. ¡Se pasan viejo!

¡Arrivederci e buonafortuna!

18 comentarios:

  1. A lo que vino!

    Che van a estar en Argentina para las navidades? Yo ya saqué pasaje y estoy llegando el 10/12 del año de nuestro Señor.

    Donde estan ahora? Que piensan hacer? Llegan? estas preguntas no son rétoricas, por favor respondan lo antes posible que necesito saber, la duda me carcome los dedos de los pieces

    -- Rod

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  2. Anónimo31.8.10

    Que lindo es leerlos chicos... ver las fotos calma el alma. Un abrazo del POiO

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  3. simplemente HERMOSO ♥

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  4. Hola Chicos, me enorgullece saber que estan bien, SIGAN ADELANTE!!! como lo vienen haciendo. Donde sea saben que siempre van a tener gente que los ayude, o les de una palmadita.
    Es cierto que muchas veces todo se pone en contra, pero esto no tiene que ser motivo para quedarse con un no/ prohibido.- tiene que ser un motivo para seguir insistiendo.

    Espero conocerlos pronto, si vuelven para las fiestas a Buenos Aires voy a hacer los respectivos 600 Kilometros para ir a saludarlos.

    Les mandamos un abrazo gigante.

    Marcos

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  5. Anónimo1.9.10

    gente hermosa, asi me gusta que me hayan asalvajado al oso de las pampas.
    que bueno todo chicos. el oso nos contó lo bien que la paso.
    les mando un beso grande y otro de la pety.
    cuídense y vamo las almejas carajo
    jajja
    besos nico y estefy

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  6. Anónimo1.9.10

    hola chicos
    feliz cumple mr faca

    las fotos hermosas como siempre!
    y q grande el oso..

    el otro dia le contaba a mi viejo de uds. que ya habian llegado y me conto que el citro se desarma todo! y entra en una par de cajas, grandes supongo

    y deespues tiene que ir al museo de chapadmalal! =)

    saludotes desde baires
    nadia

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  7. Anónimo1.9.10

    Me dejan sin palabras... dos post tan lindos y tan seguidos!! Qué emoción! No sé con seguridad si ustedes son concientes de lo que generan en nosotros... mil gracias por "eso" tan lindo que se siente cuando los leemos. Saludos.

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  8. Eric Bonduel2.9.10

    ¡ASOMBROSO! Hacia muchissmo tiempo que no miraba el blog. Desde que estuvieron aqui en Guatemala. Ya me pase la noche en blanco con sus aventuras...esta ultima reconstruccion del motor de Titine (asi le deciamos en Francia al 2CV) o la Nave como dice Paco, me dejo apabullado..
    Veo que la manivela de arranque solo sirvio de lastre, pero tal vez pueda ser disuasiva con algun animal de cuatro o dos patas...
    Prometo escribirles, sigan disfrutando.. Un recuerdo y abrazos de parte de Paco, Jean-Louis, Tono, Paulino, Eric

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  9. Francisco2.9.10

    Felidades chicos, ustedes son afortunados en hacer realidad el sueño que muchos de nosotros deseariámos, Lindas fotos, creo como van con la pesca se quedará sin peces Alaska, saludos cordiales desde Petèn Guatemala

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  10. Hola Chicos, nos emocionó mucho a Juan y a mí las lindas palabras sobre la clandestinidad... nos hicieron pensar y nos dieron muchas más ganas de salir ya!!!! (aunque ya nos queda poco) Nos alegra que todo siga sobre ruedas, un muy feliz cumple para Faca, y ojalá nos crucemos en alguna ruta! (che, si nos ven haciendo dedo paren!!!!!)

    Un beso enorme

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  11. Anónimo6.9.10

    Facu y Loli, QUÉ FOTOS! QUÉ FOTOS! Espectaculares! Gracias por permitirnos acompañarlos aunque sea por medio de este blog.
    Y Facu, te pusiste a filosofar sobre la libertad en "gringolandia". Te confieso que mi mamá en sus sabias palabras nos dijo un día al regresar de su primer viaje a U.S.A. que la estatua de la libertad era sólo eso, una estatua... que cuál libertad en norteamérica?!

    Estamos totalmente de acuerdo, restricciones para todo, no se puede esto, no se puede aquello, bla, bla, bla... Por qué crees que Lewis y yo vivimos felices en Colombia?
    Los parques gringos tienen eso, que no se pueden disfrutar a sus anchas, todo está reglamentado y en medio de la espesura del bosque te encuentras con unos super baños, que sólo te demuestran que todo ha sido colonizado, dominado, "civilizado". Nada como nuestras selvas donde a lo sumo te encontrarás con la guerrilla de la Farc o el ELN, ja, ja, ja!

    Pero bueno, están viviendo cosas hermosas, y todas estas experiencias están enriqueciendo sus espíritus, sus almas y ya nunca serán los mismos.

    Los quiero mucho muchachitos! Gracias de nuevo por el privilegio de acompañarlos y por compartir vuestros pensamientos.

    Un abrazo cálido, calientico como un buen tinto colombiano!

    Patty

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  12. Anónimo9.9.10

    Paso, sólo para decirles que hoy probé sus famosas MARUCHAN... fue más fuerte que yo, las vi y pensé... por lo menos esto lo comparto con los chicos!!!!

    P/D: Como en Argentina son un afano... no estarían mal de souvenirs para la vuelta!!

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  13. Bastante cierto lo que dice Facu: todo muy lindo, pero con tantos carteles que te persiguen, uno acaba sientiéndose vigilado todo el tiempo.

    Al final, habiendo conquistado Alaska, podemos decir: ¡Promesa cumplida! Y con tantas reglas y controles dejados atrás, los esperamos a la vuelta: en el país de las reglas hermosas que nunca funcionan.

    Les envío las patadas ninjas ya patentadas por ustedes, con un gran abrazo de regalo.
    Salute!


    El oso pudoroso & cía.

    PD: Funcionó al final la cuchara mágica? Espero novedades...

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  14. Los más Amorosos del Universo. Los más...mis héroes soñados. loli un abrazo gigante -de nuevo desde bogotá- pero ya casi otra vez para baires a seguir en la Universidad del "conocimiento de laboratorio"
    Facu, esas palabras han clavado hondo. Todo lo que escribes... se ha escrito antes, y la sorpresa es: ¿nada que cambia? lo han escrito desde el paleolitico y de seguro, somos una humanidad impedida.
    Eso sí, GRACIAS AMOROSOS CHICOS POR ESAS FOTOGRAFIAS Y MIRADAS ENCANTADORAS. Espero vernos pronto!!
    Carol

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  15. Ea ea pepé!!! Felices 1000 días de viaje!

    Ya recibimos noticias concernientes a su regreso, acá los estamos esperando con un tintillo y un asado para cuando dispongan. En barco, en avión, en tren, en citro o en patineta, serán bienvenidos.

    Los saluda atentamente,


    El oso aniversarioso & cía.

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  16. Anónimo21.9.10

    que increible y envidiable, mil diaz al vicio (por no decir otra palabras) que la sigan disfrutando!!!

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  17. Anónimo23.9.10

    La vuelta a America en 1001 dias....
    Los 1001 dias que debes viajar en un citroen antes de morir....
    Las mil y una noche por America....
    1001, odisea en el espacio americacitroense...

    El justiciero anonimo

    Pd: no tuve mas noticias de uds, comuniquensennnn

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  18. Visita nuestros Hoteles Distrito Federal y disfruta de esta maravillosa ciudad

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