miércoles, 10 de diciembre de 2008

Chuck Norris tenía razón.

Quito. Son las tres y cuarenta y nueve de la tarde, en la Argentina (más tres horas), Tigre hace historia. Un aguacero baña la ciudad como cada día. Las calles se transforman en ríos temporales, que arrastran sin tregua, toda clase de objetos. Mientras tanto los más desprevenidos se convierten en veloces pederastas, y el resto abren sus paraguas exhalando resignación.

Días a los que ya nos habíamos desacostumbrado. Días que nada saben de movimiento. Quietud quiteña. La última vez que supieron de "The Fire Ones", salíamos de la selva, cargados de nuevas sensaciones y recuerdos indelebles. Hoy, y con la cuenta extraviada bajo una enorme silueta gris y urbana, recordamos nuestra inolvidable entrada a Quito como algo que pasó hace siglos.

Y este amor nos impulsa hacia situaciones increíbles. Un nuevo récord roto, y otra capital que pone a trabajar su maquinaria magnética, para que nuestros pasos sean tan inútiles como paraguas de sal. Llegando a Quito por Papallacta, una camioneta enciende sus balizas. Nos detenemos, Oswaldo y María Belén, serían de aquí en adelante nuestros amigos y la única mano de la cual nos podemos agarrar, cada vez que la ciudad nos pone a prueba. Tres días pasamos en casa de los Pasquel y de allí en más, conseguir hogar sería una tortura. Para resumir, diremos que nos hemos mudado unas cinco veces en este mes, hemos dormido una noche con Juan y Aymi en la estanciera, (frente al cuartel de policía), paramos en Tababela a una hora de la ciudad (en la finca de un trentino), a pocos metros del aeropuerto y terminamos en un hostal en pleno centro, donde volvemos a pagar por una cama por primera vez desde que dejamos Cusco.

Ni la promesa de resucitación en vivo de Janis Joplin, Jimi Hendrix y el negro funky que parece un mono de Woodstock, lograron convocar algunas almas para el festival Quitu Raimi aquella tarde dominguera. The sixties are gone....

¡Ya nos olvidabamos! Como bien habrán visto, el citro no está en condiciones de seguir rodando, asi que........ ta, ta, ta, taaaannnnn!!!!

De aquí en más seguimos viaje en esta BMW con sidecar, que generosamente nos fue donada por la asociación protectora de viajeros en naves cítricas. No se gasten en preguntar, Loli es Poncharello.


Palos en el camino. A veces aparecen. Estos días han tenido de todo. Buenas, muy buenas, malas y horribles. Faca fue víctima de unos carteristas en el metro. Ciertas puertas se cerraron cuando se suponía que debían abrirse. El tiempo, relativizado hace años por Einstein, perdió toda elasticidad y sabor a tutti - frutti, al ajustarse con presición suficiente, a ciertas máquinas odiosas de bolsillo. Decepciones internacionales y nacionales. Palos en el camino. Palos que entorpecen pero no detienen. No salimos de casa imaginando una ruta templada y sin obstáculos. No salimos a pasear por la rambla. No anhelamos una alfombra roja ante nuestros pies, ni que un cóndor que pone huevos de oro, anide sobre la rueda de auxilio de nuestra nave. Todo lo contrario. Aprendemos. Estamos alerta, nos levantamos y seguimos adelante. Nos volvemos más fuertes, más humanos, más capaces, más seguros de nosotros mismos y nos seguimos moviendo. Respiramos, aflojamos las membranas y así como llega, sin aviso, todo aquello desaparece en una lejanía incógnita.

La Dra. Loli recuerda viejos tiempos. Orgullosa otea una revista que elogia sus logros (Carburando del 5/12. Busquenla en la net, es del diario El Comercio de Ecuador). Extraña a la nave. Tantos kilómetros compartidos y ahora........ y ahora.......

¡BASTA DE FARSAS! La historia sigue así. Aquellos primeros días, montados sobre los casi 3000 msnm de Quito, con los aún inéditos Oswaldo y Belén, contactamos a la gente de Citroen en Ecuador. Actuamos como siempre lo hacemos, con métodos extorsivos y amenzas de bomba, para que finalmente Javier Otero (aún inédito) joven y emprendedor gerente de Mavesa, nos concediera carta libre para trabajar sobre la nave. Sin escrúpulos y con su desfachatez habitual, los de fuego pidieron una batería nueva, paso por los talleres y una restauración completa del bólido. Tras algunas idas y vueltas las peticiones fueron aceptadas y aquel tango sonó revelador en el aire; el que no llora no mama.

Tras casi 27.000 km y un año de viaje, la nave entra a los talleres de Citroen en Quito (Mavesa)para una restauración a fondo. En realidad, hubo un pequeño empujoncito de Faca, que sabiendo que el trato comprendía solo una pintura superficial, llegó al taller y desmanteló el Citro hasta el último tornillo. Atrevido, al reencontrarse con Javier Otero, expuso ciertas teorías dignas de un loco, y como de poetas y locos todos tenemos un poco, Javier se apiadó de su alma y gustoso accedió a hacer un trabajo a fondo. Nosotros, eternamente agradecidos, lo que está haciendo toda esta gente por nosotros, superó nuestras expectativas y definitivamente es una mano enorme para continuar con nuestra aventura.

Desarmar es sencillo. Agarrás un par de herramientas y tirás todo lo que sacás por ahí. Los tornillos se mezclan, los fierros comienzan a metamorfosearse hasta volverse irreconocibles, y en medio del frenesí hasta se puede llegar a beber thinner. El tema viene después, a la hora de levantar nuevamente al noble corcel. ¿Alguien tiene un manual que le sobre o un revolver por ahí?

Eso era......, era....... ¿el cenicero?

Ya sin el pudor de las primeras veces, la nave lo muestra todo sin ruborizarse. Tras el éxito de las primeras fotos XXX, nos llegaron nuevas ofertas de Carburando HOT, Playcar y Coches en Bolas, por las fotos de esta belleza.
Tamo al horno tamo.

El gran maestro Julio, observa perplejo. ¿Por donde arranco?
Periódicos nefastos. Las noticias del globo no son....., bueno son un cagada. Nada alentadoras. Letras en un papel, tinta y fibra vegetal. ¿Verdad? la verdad no está en los diarios. La verdad ni siquiera esta ahí afuera, en lo que se puede ver y tocar. Por eso mejor usamos los diarios para enmascarar.

Faca lima asperezas con la amoladora. Créanos, americaencitro también es trabajo. ¿Por que nos parece escuchar las risas desde acá? Frori ubiquese que usté tampoco es ningún ejemplo ¿eh? El último mes, día tras día a las 8 am entramos al taller, y no paramos de laburar (salvo a la una de la tarde que almorzamos mirando como el único y genial Chuck Norris tira patadas ninjas a mansalva), hasta las siete u ocho de la noche. Los sábados entramos una hora más tarde y salimos tempranito.
La rutina, tomar el trole todas las mañan... esperen, el trole es un capítulo aparte que merece ser desarrollado. Quito es un chorizo. La ciudad se sitúa en un valle rodeado de montañas (si no fuera así no sería un valle ¿no?), pero lo peculiar es que este valle es angosto y largo, por lo cual el tráfico en la ciudad es complicado. Más allá de que el número de habitantes no sea inmenso (algo menos de dos millones), el metro y el trole, van atestados de gente desafiando los límites de lo absurdo. Ambos, tienen el sistema de fuelle que une dos colectivos y cuenta cada unidad con tres puertas dobles. El tema es que la gente sube y se aprieta como sardinas enlatadas, y cuando ya parece que no entra un alma más, se ponen afuera y dejan que las puertas al cerrarse los metan a presión. Es increíble, llega un momento en que no distinguís tus miembros de los ajenos y eso ya es peligroso. Hoy vimos a un gordito con una tecnica impecable, entrar en el trole que nos trajo a casa. Nos vimos obligados a felicitarlo por su habil maniobra. Prometemos un videito.
Pues si soltaran, se desataría en el mundo físico, un caos que pocos estarían dispuestos a abandonar. Gali, es potente y sabe que las sombras están sobrevaluadas. Venber vió como los fenicios parían a los cartagineses, y estos a otros tantos hasta llegar a Sarkozy. Rara vez habla de ello. Miterrand siente que nada le puede ser enseñado, y se limita a buscar respuestas en el agarre perfecto. Lógico para una pinza de ajuste. En tiempos donde todo es aparente, las necesitamos. En medio de la marea informática, ellas son el elemento flotante. Más son pinzas de ajuste y nunca lo dan todo. Chuta.
Indignado por la falta de reconocimineto Don Fernando tira un chisporroteo interestelar. Pintura, ¿solo pintura? ¿Como pueden ser capaces de decir que solo están pintando el auto cuando se suelda, se endereza, se masilla, se lija, se vuelve a masillar, se camellea y se camellea sin parar? El hombre de la máscara se siente traicionado pero la fama llegará para él pronto. De veras que nuestros días en el taller no se limitan a lijar y lijar, hasta que la masilla aspirada te derrite el cerebro. Son mucho más que eso. Julio y Fernando se han vuelto grandes amigos, con quienes compartimos muchísimo y nos han dado una gran mano con cuestiones extra citroneras también. Gente increíble que hace que todos los idiotas del mundo, no logren arruinar nuestro ánimo. A ustedes y a Chuck, gracias.
Pero no todo tiene que ver con pistones y rulemanes. Estamos en la capital del Ecuador. Demos un pequeño paseo.
Desde la ventana de nuestra habitación en el Hostal Sucre, podemos ver cada mañana como en la Plaza San Francisco, una bandada de palomas rodea a un grupo de humanos para exigir maíz y billete por los derechos sobre el símbolo de la paz.
Ahora, si subimos a la terraza para colgar las pilchas...

Entre sábanas y calzones, la virgen del panecillo asoma.

Dario es de Trento, Italia. Mezcla carne de pollo, res y trucha en el asado. Apoya la poligamia y cada tanto pone esa cancion que decía "Noti magique, incresento un gole, soto el chelo, de un delgado italiani". Buenísima. Come como lo hace un perro, y utiliza ese recurso para ganar chicas. No podemos dar fe de que alguna vez le haya resultado, pero no pierde oportunidad para hacerlo. Nos hospedó durante 15 días en su casa atrás del aeropuerto (imposible dormir más de 4 horas seguidas), y otros tantos en su finca en Tababela. Cada mañana radio italia al mango y el clásico desayuno a la italiiiiana (que no se diferencia en nada de uno argentino). Se fue a Trento y no volvio nunca mas.

The Surreal Photograph. No hay gatos, sino fotos de gatos que se parecen a gatos. El enigma se plantea, sin elegancia. Pura casualidad. Siete manos cortan cerdo. Ocho niños muerden carne. Caen rendidos, sin cansancio mas druidas. La roca pierde sustancia. El subsuelo se vuelve camino. Oculto, olvidado.
Obvio, pero con trampa.
Las inferiores de River. Si, mejor dediquense al tamborileo.

Rodeada por la mafia italiana. Nombres, procedencias y armas predilectas. Loli (Mar del Plata, aguja de tejer al rojo vivo), Dario (Trento, nunchaku), Stefania (Milan, gomera con bulones), Matías (cerca de Trento, envases de vidrio) y Cecilia, o Chechilia (Parma, queso parmesano pasado).


Con esta callejuela quiteña los vamos dejando tiraus. Teniamos muchisimo mas para mostrar ycontar, pero nos pasamos el dia en el taller y si seguimos asi no publicamos nada. Conformense con lo que hay. Hay mojarra. Por lo pronto anunciamos la llegada de repuestos desde la Argentina (muchas gracias a todos los conejos y al oso laborioso). Carburador nuevo! y otras chucherias indispensables para el transitar homogeneo. Agradecidos a Quito, pero con ganas locas de volver a abrazar a la madre tierra nos despedimos.

Disculpen pero en la segunda maquina que usamos (que es esta) no se pueden poner los tildes. Aun asi. Recomendados del dia. Comer flan sin respirar. Andar en patineta sin respirar. Reponer ese objeto respirando. Reposar sin objeto y sin respirar. *leer imaginando el susurro Arturo Puig en calzones, con un whiskey extra añejo en la mano* Si van a tomar capucchino..... que sea de Omi. Y chau pinela. Les queremos y extrañamos. Besos, abrazos y mordiscones en la cola para todos!

Yuk Punchagamma!!!

martes, 2 de diciembre de 2008