viernes, 27 de junio de 2008

De la plata a la pata.

La naturaleza se ha hechado a dormir. Solo se proyecta a través de rayos lumínicos que penetran las ventanillas vidriadas del citro. En el camino la vemos cerca pero inalcanzable, y la añoramos. Este ha sido tiempo de urbe. La caótica Potosí, con sus calles angostísimas, pendientes imposibles, plagada de humanos y humanos en coche, hizo gala de su carácter lejano. Hospedados por dos días en una habitación helada, nuestra estadía se asoció al "cuarto intermedio" que los mineros decretaron para el fin de semana. El lunes regresaba el bloqueo, así es que el domingo por la tarde dejamos la zona caliente, para ganar tierras de calma blanca hacia Sucre.



Tarde calma potosina, un bondi improvisa un piquete peatonal insostenible e impracticable. Lo que está en boga suele alejarse de lo verídico y por eso nunca perdura. El cerro rico de Potosí, observa las contracciones espásticas de una sociedad saturada, politizada, intervenida y con aires procarióticos. Aún si pudiese reír, no lo haría, pues todo esto no le parece gracioso.



Las robustas puertas de la Casa de la Moneda tienen un solo inconveniente; se sienten frustradas por no conducir al país de Alicia.



Fuente en el patio central de la Casa de la Moneda. Habiendo recibido varios mails que osan desafiar a la gélida condición del altiplano, con apenas un insípido, insaboro e incoloro chifletín marplatense, nos vemos forzados a sostener nuestras palabras con pruebas irrefutables del ya citado "tornillo boliviano".


Sabrán disculpar el pésimo encuadre y la carencia de focus. Es que vale la pena presentarles al Ray Charles boliviano. Vive en Potosí y prefiere tocar el acordeón al piano. Cuando lo consultamos sentenció: "El piano es para trolos".

Potosí nos comenzó a encontrar cerca. Tomamos ritmo de ciudad, comimos sopa de maní, "milanesa" de pollo con arroz, papa y tomate y banana con "chocolate" por tan solo 10 bolivianos (menos de 5 pesos y de yapa viendo Tiburón II). La Casa de la Moneda es una visita imperdible, cuenta con el museo más completo de Bolivia (pinturas, numismática y hasta algo de arqueología). Además hay en el un cuadro llamado "La Virgen del Cerro" que es sencillamente hermoso. No ahondaremos mucho más en el asunto, pero aquellos que por Potosí pasen, puntualicen pronto paso por allí.

Y por supuesto fuimos a visitar al magnífico e inacabable Cerro Rico. Núcleo vital de la existencia de Potosí, ha soportado ya desde 1545 más de 450 años de explotación sostenida, y por sus venas aún corre plata. Sumaj Ocrko el "Cerro magnífico", da y quita todo a su capricho según dicen quienes merodean sus entrañas. Los tíos (diablos sepultados), son el nexo que mide la voluntad del hombre. Quién solo plata desea, tal vez solo plata obtenga. Cuatrocientos cincuenta años de trabajo que se mide en sudor, muerte y toneladas de plata. Los incas, pretendieron su metal brillante, y al tomarlo, oyeron un gran estruendo. La tierra tembló y se sacudió enferma de ira, entonces nunca más hubo mano que se atreviera a tocarlo. El nombre Potosí, hace alusión a aquel ruido violento, ronco y con voz de roca. Llegaron los conquistadores españoles, quienes nada querían saber de cantares de la tierra...... o de aquellos de otros hombres. Un puente de plata podría haberse hecho del Cerro Rico a Madrid. Otro de huesos, la misma distancia podría haber recorrido. Cruzando ambos el océano, buena medida de la ambición del hombre, hubieran dado. Hoy casi quinientos años después la forma de trabajar la mina, casi no ha cambiado. Maza, barreno, pala, pico, dinamita y ampollas en las manos. Pues, hay cosas que no cambian. El trabajo es trabajo, y el hombre sigue siendo hombre.

Los de fuego han visto ya el oscuro mundo de plata. Los pulmones muertos, los túneles diminutos, los tíos y los hombres estrechando manos en las profundidades del mundo. Nada tiene de entretenida la vista de la mina (a menos que resulte divertido ver hombres y niños buscando en la piedra, lo que jamás tendrán dentro ni fuera de la mina). Aún así al salir y ser fotografiados ellos sonríen. Ahora nos da un poquito de vergüenza, porque a veces no da para mostrar los dientes.

El maquinista de este trencito no es Mickey, pero si nos referimos a los motivos que lo mueven, no hay grandes distancias con los trenes del Magic Kingdom.

En Sucre, Bolivia ya nos había atrapado. La belleza de sus ciudades anárquicas, su ritmo desenfrenado, sus mercados que estallan en colores, aromas ( y a veces olores), gentes atropelladas y atropelladores, carne, oca, jugos, sonrisas, ceños fruncidos, wawas, bocinas y sabores, son vista de la buena. La vida boliviana no se esconde ni por un segundo, todo transcurre en la calle, cientos de puestos reemplazan a nuestros supermercados, cientos de turfis reemplazan a nuestros colectivos, las bocinas jamás dejan de sonar y la gente va de aquí para allá a toda prisa en un torbellino de humanidad.

Caos. Si la entropía es el estado evolucionado del universo, en la puerta del mercado central de Sucre, ya no queda un solo paso por dar hacia la perfección cósmica.

Un gorgojo se posa sobre ciertos granos de maíz y revienta en carcajadas pues ya ha burlado a las cholas, y a todos los demás también...... puede presumir un poco, porque todo lo que toca se pudre.

¿Donde está el lanzallamas cuando se lo necesita?
(clase de geografía callejera).

Una mujer ajena a ciertas actividades que implican doma de mandriles, sostiene a su wawita frente a una enorme puerta centenaria. Detiene el movimiento sin saber que es en vano. Fuerzas superiores le privan de la quietud. Aún sin haber indagado en la obra de Einstein, debe someterse a ella. Preferible eso, a tener que tomar un café con Arturo Puig.

Te veré en veinte años en televisión, cortada y aburrida... y a todo color.

La macana de los bancos de la plaza central de Sucre, es que siempre están copados por hombres invisibles.

Durante el día vende limones en el mercado. Por las noches se pasa horas encerrada jugando al Alone in the Dark.

Ya dejó su puesto y durante todo el camino a casa no dejará de pensar en como burlar a las gárgolas de la escalera.

Sucre es bellísima. "La ciudad blanca" no solo posee una arquitectura colonial, que le da más sabor que un cubito Knorr de crema y verdeo; su gente destila tranquilidad y si fuera un gusto de helado, sería crema del cielo. Estando en la calle, nos han invitado a comer pollo (El Oriental), nos invitaron a ver un espectáculo de danzas floklóricas (Orígenes), nos dieron hospedaje (primero José Cueto y luego nuestro socio Papín), la gente nos traía fruta, los lustrabotas nos daban comida (ranga), Papín llegaba con más sandwiches, y así. La generosidad del sucreño (si es que así se dice), es gorda y redonda como la voz de Lucciano (que en paz descanse).

¡Pensar que todo el mundo nos pedía que no pasemos por Sucre! ¡Hay bolonqui! ¡Les van a reventar el auto a patadas! ¡Siendo "blanquitos" están del lado equivocado!..... Creer en lo que se ve a través de una pantalla, o en un pedazo de papel, es tan errado como creer que la mayonesa no va bien en el guiso. No conocer Sucre y su gente hubiera sido el peor error, sin duda alguna.

Is this the real life? Is this just fantasy? Caught in a landslide, no escape from reality. Open your eyes, look up to the skies and see. I'm just a poor boy, I need no sympathy. Because I'm easy come, easy go, little high, little low. Any way the wind blows doesn't really matter to me, to me.

Papín, Andre, Adela, Jime, Lucho y Los de Fuego.

Eramos invencibles en el camino. El sol se escondía hinchado en envidia. El empedrado desafiaba pero no lograba tocarnos. Plenos de felicidad y libertad, nos movíamos livianos y fuertes. Hasta que... ¡Clanck! una de las varillas de suspensión dijo basta. Con el auto caído de lado y la oscuridad que ganaba cancha, decidimos aceptar la oferta para pernoctar en una casita del lugar. Agradecidos aceptamos a Teodosio un catre, como no entendíamos quechua, nos hablaba en un español con ciertas reservas. Por la noche, las pulgas y el terror de que un camión se lleve a la nave puesta, no nos permitieron cerrar un ojo. Seis treinta de la matina, el pastor evangélico con quién compartíamos habitación junto al menos tres chicos más, comenzó a cantar sus alabanzas al Señor (20 minutos y desafinadísimo). Arriba. A buscar mecánico a Totora. Fraude. 50 Bolis a la basura. Levantamos el auto con el criquet, le chantamos una cadena, un candado y a andar. 3 metros y ¡Clanck! el candado no soportó. Hartos, salimos andando con el auto caído. 5 minutos más tarde.... mhhhhhmmm... olor a quemado. Roce de la rueda contra el tubo de bajada de nafta. Arriba con el criquet nuevamente. Cadena y soga. Ahora sí, despacito y sin levantar la perdiz hicimos 150 km hasta llegar a Cochabamba.

Ah... y estos eran unos arboles que le gustaron a Loli en el camino.



Se siguen vislumbrando en Faca, ciertos gestos de insanidad mental. Aquí se lo ve intentando extraer leche del Citroen, mientras los paisanos miran impávidos.

Male come su sopa matinal. Morfable la enana.

Y ya en Cochabamba...

Lo atamo´ con alambre lo atamo´.

Confirmado; en Bolivia también hay pulgas.

Los de Fuego siguen llevando "la verdad de la milanesa" a los niños de cada rincón de América. Quillacollo, nuestro último objetivo. Si los niños gobernaran, el mundo sería un quilombo.

Amasa la masa masacrándola. Más masa sobre la mesa, más morfi sobre la muela. Muestra su mejor mitad la mujer, mientras más mueve el palo de amasar. Morty, Morris y Merrel muelen manuscritos marxistas, más, lejos de nuestra vista. Muchos mocosos mastican masas minimalistas. Mueven místicos mares mojados, monjes monoteístas. Mientras más monitoerados, los mandriles mueren moralistas. ¡Ricas quedaron las galletitas!

Thamer, Carla y Los de Fuego contra el ejército de patas de pollo. Próximamente en los mejores cines.

A veces no se sabe si reir o llorar, y entonces solo queda probar.

Nothing really matters, anyone can see. Nothing really matters, nothing really matters to me....... any way the wind blows.

Bueno, debemos decir a esta altura, que Bolivia es un país maravilloso, e igualmente lo es su gente. ¿Será que las personas son personas en todos lados por igual? Solo podemos tener palabras de agradecimiento para con el país de las llamas (y hablando de llamas.. Oso, esta vez te las debemos). Por una América hermanada, americaencitro sigue rodando, pero por supuesto, antes de abandonarlos les dejaremos un consejo.

A todo aquel que no halla visto la última de Indiana Jones: no vamos a decirles que no la vean, solo les advertimos que en los primeros 10 minutos de la película aparece un extraterrestre y el legendario héroe se salva de una explosión nuclear adentro de una heladera. Saquen sus propias conclusiones y disfrútenla..... ¡Si pueden!

Besos, abrazos y cabezasos en los homoplatos! Los queremos mucho! Y los estuvimos extrañando también!!!

¡¡Ma si!! Oso, ahí te va tu llama.....


¡¡Arrivederci e buonafortuna!!

sábado, 14 de junio de 2008

Tornillo boliviano

Empecemos por el principio, es sano admitir los errores cuando se los comete. Hemos dicho en el posteo anterior, que los caminos de Bolivia no son tan malos. Nada más alejado de la realidad, el camino de Tarija a Tupiza y de Tupiza a Uyuni, atentaron contra la entereza física de la nave. Cada tornillo, cada tuerca, los relojes, el sapito y hasta los tapizados sufrieron la interminable "calamina" (al argentino; serruchito), de los caminos del altiplano. Sin rodeos, puede decirse que en cierto modo los caminos de Bolivia son una "ruleta rusa". Si estás en el lugar preciso y en el momento justo, resulta muy improbable evitar el choque o el abismo. A esto debemos sumarle, que en la puna se está a 3600 msnm, las montañas son interminables, falta el oxígeno y las imposibles pendientes obligaron a Loli a bajarse del auto para conquistar las cimas a pié en varias oportunidades. Llegados a una trepada imposible, tuvimos que descargar el auto para que suba unos 700 metros, acarrear todo el equipo a mano nos hubiera demandado al menos una hora y media. Afortunadamente un llanero solitario del camino nos prestó ayuda.

Definitiamente la aventura se potencia en este país, donde todo es distinto. Llegados de Baritú, Tarija nos jugó una treta y nos puso a buscar hospedaje durante la noche. En el camino, como bola sin manija, rodabamos hasta que el destino intervino una vez más.


Frederic es un belga que vive con su familia desde hace 8 años en Tarija, nos detuvo en la ruta y nos ofreció hospedaje en su hotel "La Pasarela" (culo de oso). Tres días compartimos con él y su familia: Francisco, Nicolás, Martín, Ronald y "las chicas". Tres días de relax tras el paso por las yungas gélidas de Baritú, tres días en la tierra donde Evo, no puede poner un pie. Fred, gracias por su hospitalidad.

La cuesta de Sama. Y en Citroen eh......


Privados de la libertad en una cárcel del altiplano, fotografiamos a nuestro corcel que abogando por nosotros, conoció la versión boliviana del archifamoso "Tony Tour".
Junatmos tierrita en el camino.

Entre muchas de las cosas increíbles de Bolivia, esta su comida. Es infalible, si uno pide arroz, viene con papas y fideos, si se piden fideos, vienen con papas y arroz, y si se piden papas, vienen con fideos y arroz. Otra curiosidad, las hamburgesas o las milanesas, llevan el concepto de materia a su mínima expresión.

Vean el grosor de esta "hamburguesa", no sean tímidos, compárenlo con la mugre del dedo de Faca y entenderán de que estamos hablando. 2 milímetros de puro insabor a carne.

Atocha fué parada camino a Uyuni.

Garage de lujo para la nave. La mañana siguiente agotamos la batería, empujamos, empujaron, nos prestaron nuevas baterías, fundimos un cargador ajeno, cargamos con otro para finalmente poner en marcha al noble dos cilindros a las 11:00 AM. Aprendimos la lección, hasta que el sol no calienta bien......

El narcisismo del ave que no vuela no se alimenta de hierba, sino en la carrera.

¡Al fín se te dió Dolores! El ogro de Faca habrá estado ebrio, adormecido, enfermo, manco, sumergido en un jarrón de granadina o sedado por un vapor de laverap boliviano para largar el volante. En la puna, Dolores fué piloto y el otro....... el otro apenas co.

¿¿¿ Dolores manejando la nave??? NOOOOOOOOO!!!!! NOTEBOOK GAMES!!! ¡Lo llevas en la carpeta se juega con una moneda! Exclusivo de Cartan.

Los de fuego se hacen los lindos en la puna.

Más de la puna. La temperatura durante la noche baja fácilmente hasta los 10 o 20 grados bajo cero, por esto cuando no somos nosotros los que tenemos que usar las mantas, diligentes, se las prestamos al citro para que pase mejor la noche. Aún así es imposible pensar en arrancarlo antes de las 10 de la mañana.

También le cantamos el arrorró y le damos la mamila.

Leche condensada. Vicio internacional.

Bueno, mea culpa. Desde Uyuni, nos desacatamos y contratamos un tour de tres días para conocer el salar, lagunas, geisers, momias y demás criaturas punosas (y a veces penosas). Lo cierto es que con la nave hubiese sido muy riesgoso (nunca admitiremos que imposible) todo el asunto, sobre todo porque si uno no sabe por donde ir hay riesgo de muerte o al menos de calvicie.

Enloquecido por la vida agitada que lleva (o tal vez más por lamer el óxido de la locomotora), Faca levanta su brazo y grita ¡tierra!
¡Ahí está! Por años nos preguntamos que fué de BJ Mc kackay. Pasada de moda su serie ochentosa y con una orden de restricción que le impide acercarce a menos de 100 mts de Bear (por intento de violación), se vino a juntar sal a Uyuni. Nos acercamos a hablar con él para ver como estaba. Mal che, está muy mal.

¿Por que a todos se les da por comer sal en el salar? Irresistible tentación, 12.000 km cuadrados de sal.

Más locuras de los de fuego. ¡Sentados sobre la sal! ¡Que locos son!


En la Isla del Pescado, los cactus pierden su mirada en la sal. Ciegos por el cristal, llevan cientos de años de inútil y estoica espera. De pié, viven muertos la imposibilidad de la redención. Renovaron sus esperanzas con la aparición de Martín Caradagián en los ochenta, creyeron en Eduardo Cao y en Castrilli . Hoy ponen las fichas en Chavez y siguen esperando...

Compañeros de Tour. De izq a der : Valerio (guía antropomorfo), Andrea (cocinera de los muñuelos voladores), Alec y Gaelle (suizos itinerantes e intransigentes), "La tana" Roberta di Bolognia, Los de Fuego y la prófuga Janette (la alegría no es solo brasilera).


"The Sultan of the Salt". Si me amas tu comida nunca sabrá sosa. Si me odias se te caerán los ojos, te saldrá cloruro de sodio por los poros y los cuencos, Arturo Puig se mudará a tu casa y todos los empleados de Celusal te quitarán el saludo.

Revienta en incontenible lujuria febo. Se marchitan de desilusión Nosferatu y sus gitanos. El desierto de Siloli abraza al fotón y lo retiene con celo carcelero. Más tienes, más ardes.


Las momias, a 4400 msnm, se meten en cuevas para no cagarse de frío. Igual se cagan de frío.

Faraónica y fosforescente, la acrópolis recorta su silueta.

Raleigh el falmenco vanidoso, vive inmóvil apreciando su imagen reflejada en las aguas de la Laguna Hedionda. Ella lo detesta, pero... eso a Raleigh no le importa.

Faca vigila que no apareza Arturo Puig en la Laguna Colorada.

El nombre de esta llama es Elsa . Sus adornos la condenan a una vida de servidumbre. Su lana, embargada. Su carne, futuras y sabrosas chuletas. Si querés salvarla llama al 0800-llamaenfuga, si querés degustarla llamá a San Marino y pedite una de llama.

Faca piensa en Arturo Puig y se amarga (temperatura afuera de las termas - 10ºC).

Las piedras de Dalí se odian entre sí, pero más odian al hombre. Bailan rap y bailan house. No bailan tap. No deberían comer por ser piedras, pero cada tanto le entran a uno de mortadela.

¡Basta! ¡Que divertidos que son!

La peque se puso un puesto de venta de gemelos para puño izquierdo en bolivia. Atendió en horario corrido de 14:00 a 14:05. Las ventas fueron extraordinarias, pero los costos prohibitivos de mantener la roca la obligaron a abandonar.

El horizonte invita.

¿Hace falta la aclaración?

¡Salvese quien pueda!
Viajando de Uyuni a Potosí y a 40 km del destino, nos encontramos con un bloqueo (al criollo, piquete). ¿Por donde empezar? digamos que ningún turista pasa tres días en Porco por motus propio. Tres días de un bloqueo indescifrable, donde los que paran no saben porque paran, tres días de zinc para los que tienen, y frío para los otros. Un tunel oscuro y viciado los absorbe sin dar motivos, y hacia el abismo van sin preguntar. Pocos ganan mucho y muchos ganan poco. Esta es la vida de los mineros bolivianos y tantos otros. ¿Quién estuvo en un piquete alguna vez? Las sensaciones son varias; hastío, resignación, enojo, frustración, claustrofobia y así.... se suceden sentimientos uno tras otro hasta que se pierde la paciencia y ya no queda nada. Se estalla en odio, se odia fuerte y ya no se aguanta ni un segundo más sin poder ir hacia donde se vaya. Falta de libertad, impotencia ante la fuerza, injusticia, resentimiento, choque y dientes muy apretados. Eso se siente tras tres días de encierro. Fácil es para nosotros gritar, y levantar el dedo acusándolos, pues somos víctimas inocentes. ¿Víctimas? Merecemos cada piquete, y merecemos más que eso, por mezquinos y mediocres, por no poder ver más allá de nuestras narices, por ser cobardes e idiotas inoperantes. Todo eso somos y peor también. Errados o no (errados), sin indagar sobre asuntos de la voluntad y las intenciones, ebrios, coqueados, altaneros, violentos y lejanos, estos hombres viven piqueteados. Esa libertad imposibilitada, ese odio, el resentimiento, la frustración, la resignación, la impotencia, la injusticia constante y los dientes apretados al punto de estallar que sentimos durante tres días, ellos los mastican a diario. Lo respiran, lo comen, lo sudan y lo vuelven a masticar. Juzguemos a quién no tuvo educación, ya no distingue sus manos de la tierra y la roca, a quién se le tiran migajas para que no se le vaya la vida, a quién se margina hora, tras hora, tras hora. Juzguemos a nuestros sirvientes, peguémosles con una vara y aplastemos su cabezas. Pocos tienen muchos y muchos muy poco. ¿Quién sostiene nuestra carne? ¿Quién aspira el veneno? ¿Quién empuja la roca? ¿Quién? Alguien lo hace, es aquél a quién evitamos, aquél a quién condenamos y dejamos sin oportunidades. Si no podemos ver esto, estamos ciegos y muertos. No hablamos de minas, mineros, piquetes, campo vs gobierno ni nada de eso, hablamos de lo que somos los hombres, hablamos de oportunidades y de distribución de la riqueza. Nunca olvidemos que somos privilegiados con techo, ollas y medias. Eso somos y algún día tendremos que hacernos cargo de nuestras responsabilidades . No juzgar, no condenar y no dar vuelta la cara es un buen comienzo.

La Peque piquetera junto a los mineros de Porco. Indagamos y creemos que están tan errados como enterrados y manoseados.

Esos días, nos abrieron la cooperativa minera para que pasemos las gélidas noches de bloqueo. Fueron amigos que compartieron el calor del fuego, nos dieron sus desmotivos, les dimos los nuestros. Uno habla, mil escuchan y creen. La libertad se encuentra en el pensamiento libre, y no es sencillo llegar a eso. Entendimos durante 2 días y compartimos. El día siguiente perdimos la capacidad de razonar y queríamos matar a todo el mundo. Esclavos del sentir, obramos con las tripas, pero cuando se halla el equilibrio es indispensable discernir. Debemos porque podemos hacerlo.

Parece un piquete pero no es, tampoco son los nuevos alfajores Suchard. Siempre curiosos los niños de Porco agitan la nave.

En el día tres del piquete queríamos matar a todo el mundo.

Cada día amanece todo congelado. Ríos, cañerías, esófago, suelo, aire, auto, voluntad, sacacorchos, pomada para hongos y conciencia; todo a diez grados bajo cero. Lavarse la cara es como cortarse con un cuchillo. Las manos, LAS MANOS!!!!! Lo peor no existe calefactor de ningún tipo en Bolivia (o mejor dicho están todos juntos en los hoteles que no podemos pagar). Dicen que bañarse en agua helada es sano, que el frío hace bien a la circulación, ¡¡¡MAFANGULO!!!!! ¡¡¡Por Dió, que tornillo!!!

Hay tanto para contar de Bolivia, que podríamos escribir un libro. Potosí y sus calles empinadas que obligaron al citro a retroceder en medio de los bocinazos varias veces, los mercados callejeros, el Cerro Rico, La casa de la Moneda y Sucre "la ciudad blonca", deberán esperar hasta el próximo posteo.

Queridos amigos, titiriteros, catadores de levaduras (existen), fabricantes de trapos de piso, conejillos, entrenadores de cucharas, padres, suicidas con carnet, incrédulos de la mayonesa, hermanos, destripadores de hormigas, primos, practiantes de la calesita y deglutidores de tortillas; vivamos de una vez. A todos los extrañamos y llevamos en el cuore, por las montañas y los ríos, entre el cielo y abajo, vamos al norte, sigamos en el camino.

Besos, abrazos y soplidos en la oreja (o "barcos" si se trata de Tutu). No tomen agua del riachuelo, ni depositen sus esperanzas en un bizcochuelo. Cuiden a sus mascotas (así sean humanas) y nunca las lleven a lo de Portal (que es un pelado botón). Sin más consejos.... va.. si, si van a hacer polenta recomendamos el cubito de sabor de knorr de panceta y cebolla, para los fideos en cambio va muy bien el de verdeo y crema.

Desde Sucre, tierra de sangres mezcladas. Arrivederci e buonafortuna!!!!